En cualquier competición atlética, de cualquier nivel, la primera prueba del programa suelen ser los 400 metros vallas. El argumento es fundamentalmente logístico. Montar las 80 vallas, 10 en cada calle, en el sitio justo, lleva su tiempo.
Sin embargo, el jueves, en la primera de las finales de la Diamond Legue de este años, en Zürich, los 400 metros vallas cerraron el programa. Acertaron los organizadores porque quienes tuvieron la suerte de verlo asistieron a la mejor carrera de la distancia en toda la historia. Ganó Karsten Warholm, con 46.92, la segunda mejor marca de todos los tiempos, detrás de los 46.78 de Kevin Young, que datan de los JJ OO de Barcelona 92. El bravo atleta vikingo, de 23 años, que mejoró su propio record de Europa, es el máximo aspirante a derribar esa vieja barrera, pero deberá estar atento al americano Rai Benjamin, de 22 años, segundo con 46.98. Los dos entran en el exclusivo club sub-47, en el que sólo había dos atletas antes que ellos.
La otra gran carrera del día fueron los 800 metros masculinos, en los que se impuso, en un final espectacular, el joven americano (22 años) Donavan Brazier, con 1:42.70, marca personal. Fue una carrera brutal, con un paso de 48.23 por el ecuador de la carrera y todos los atletas en fila india, detrás de Nijel Amos, que pasó el 600 en 1:14.13, acabando segundo en 1.42.98. Para que nos hagamos una idea de su tremendo final, a falta de 200 metros, Brazier era sexto, a treinta metros de Amos. Ni el mejor Borzakowski lo hubiera mejorado. Buscad en Youtube porque merece la pena. Hasta seis atletas corrieron por debajo de 1:44.
Siguiendo con los hombres, otro jovencito, el cubano Juan Miguel Echavarría (21 años) ganó la longitud con 8,65, record de la Diamond League, muy por delante de todos sus rivales.
En los 100 metros el único que bajó de 10" fue el joven americano Noah Lyles (22 años), con 9.98.
Con cinco atletas por debajo de 13', el ugandés Joshua Cheptegei fue el mejor con 12:57.41.
La altura fue para el ucraniano Protsenko (2.32), la pértiga para el americano Sam Hendricks (5.93), y la jabalina para el estonio Magnus Kirt (89.13).
Si tuviera que elegir a una mujer, me quedaría con la bahameña Shauane Miller-Uibo, que arrasó en los 200 metros con 21.74, marca personal y record de la Diamond League.
Gran nivel en elos 1.500 metros, liderados por la holandesa Sifan Hassan (3:57.08), con tres atletas por debajo de 4'.
Las atletas keniatas dominaron los 3.000 metros obstáculos. Ganó Beatrice Chepkoech con 9:01.71. Gran marca.
Las otras ganadoras del diamante fueron la bahameña Salwa Eid en los 400 metros (50.24), la americana Sydney McLaughlin en los 400 metros vallas (52.85), la jamaicana Shanieka Tickets en el triple salto (14.93), por de delante de Yulimar Rojas (14.74); y las chinas Lijiao Gong en el lanzamiento de peso (20.31) y Huihui Lyu en la jabalina, con 66.88.
Falta un mes para Doha. Ya estamos salivando.