Castigados como estamos los runners sin San Silvestres, el que más y el que menos se busca la vida para cumplir con la tradición y darse un calentón antes del champagne de la cena de Nochevieja.
Los misántropos nos damos al onanismo atlético. Así, mi San Silvestre ha arrancado a las 6:19, solo, y ha terminado 38':06" después, tras recorrer 8,01 kms. a un, para mí, buen ritmo. Cuando volvía por Ondarreta, me he cruzado con Oscar Ayude, que iba bastante más rápido. Ha hecho la misma distancia en 31':24".
Otros, mucho más organizados y con mucho más nivel, han decidido correr una San Silvestre con fundamento, arrancando en la Universidad de Oñati y terminando en la rotonda de Bergara, tras recorrer 10 kms con un desnivel favorable de 90 metros (0,9%).
De salida, se han formado dos grupos. El primero de siete atletas. Han salido a un ritmo de 3:30/km, que han respetado hasta el km. 5. Como algunos, con esa cadencia, iban charlando tranquilamente, han empezado a apretar las tuercas, tarea en la que han sobresalido un renacido Yeray Varela (acreditado con marcas como 3:58.13 en 1.500, 8:24.34 en 3.000 y 14:32.37 en 5.000 metros) y su joven vecino y triatleta Mikel Ugarte. Por detrás, han seguido Tasio Gómez y Endika Donnay y han cerrado ese grupo de cabeza Mikel Ruiz, Jon Otermin y Eric Martín.
El segundo grupo, de tres atletas, ha seguido la estela de Iñaki Etxaniz, a quien acompañaban Emilio Cajete y Martín Sagastibeltza, que se ha parado en el km. 8 al sentir molestias en una pierna.
Decía arriba que ha sido una San Silvestre de nivel y así lo atestigua la clasificación, que me ha facilitado Emilio Cajete, que, por cierto, ha hecho marca personal en 10 K:
Hasta entonces, URTE BERRI ON! y mis dos citas de cada año:
'Me interesa el futuro porque es sitio donde voy a pasar el resto de mi vida'. (Woody Allen)