And the Oscar goes to... ARGO. Unos minutos
antes de las seis de esta mañana, he escuchado en la radio a Michelle Obama decir
esas palabras. Y he pensado que -para mí- no había ganado la mejor
película.
Argo
es una gran película. Sin ninguna duda. La vi a primeros de noviembre, en Benidorm, de vacaciones
con mi mujer, una tarde en la que se puso a llover y no teníamos mejor plan. En
una sala enorme, casi desierta, unos pocos espectadores asistimos al autohomenaje
que se tributa Hollywood, través de un agente de la CIA, mezcla de Indiana Jones
y un caballero medieval. Una peli que todos nos sabemos cómo acaba, pero que
nos mantiene en tensión durante las dos horas que dura. Con un final
absolutamente hollywoodiense, en el que los buenos son muy buenos y muy
listos, los malos son muy malos y, además, terminan
engañados.
No
escribí en su momento de la peli porque, en su blog, unos días antes, el 31 de
octubre, se me había adelantado Javier Barace y poco podía añadir a lo que él
contaba entonces.
Lo
que sucede es que he visto algunas de las demás candidatas a los Óscar: Lincoln,
La vida de Pi, La noche más oscura, Django desencadenado, de la que tampoco
escribí, porque también Javier Barace se me había adelantado. (ver aquí); y, al menos las
dos primeras, para mí, son mejores que Argo. Y las otras dos no son
peores
La
noche más oscura es también una historia de la CIA, como Argo, pero de una CIA
más áspera, de una CIA que tortura, de una CIA por momentos chapucera, más
creíble, pero menos amable. Los buenos no son tan buenos, ni tan listos; y los
malos ni son tan malos ni se dejan engañar con facilidad. Pero vaya, si me dan
a elegir entre las dos, como espectador, elegiría Argo.
En
cuanto a Django desencadenado, la primera hora de la película es soberbia, y
aunque -como decía Javier Barace- le sobran treinta minutos y treinta litros de
sangre (yo diría que trescientos), es de obligada visión.
And the Oscar goes to... |
Creo, sinceramente, que la historia rendirá a Lincoln
el tributo que se merece y que hoy Hollywood no ha querido reconocer. Y creo,
también, que éste ha sido un gran año de cine, con grandes películas como las ya
citadas, ante las cuales, por ejemplo, The Artist, ganadora del Oscar el año
pasado, no hubiera podido competir. Pero claro, con ese 'buenismo', tan
hollywoodiense, no es de extrañar que pasen estas
cosas.
Como dicen al final de la peli: 'Ar... goderse'
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