Aunque me encanta el fútbol, es la primera vez que escribo en este blog de un partido. Porque el fútbol está canibalizando a todos los demás deportes y no quiero aportar ni una migaja a ese banquete.
Pero me he decidido a escribir este post justo después de escuchar las ruedas de prensa de los dos entrenadores: Mourinho y Simeone; por lo que representan respecto de una cualidad que tanto echamos en falta en la vida política, social y empresarial y que tantas veces se manifiesta en el deporte: el liderazgo.
Todos los que habéis visto el partido tenéis vuestra opinión. Habéis visto los tres postes que ha pegado el Madrid y todas las oportunidades que ha tenido para ganar el partido. Pero -como dijo Bujadin Boskov- 'fútbol es fútbol'; y gana el que mete más goles, que no siempre es el equipo que juega mejor o que disfruta de las mejores oportunidades. A veces, un grupo humano se convierte en un equipo y se conjura para ganar, apoyándose en sus puntos fuertes, siendo consciente de sus limitaciones y teniendo un plan para alcanzar el objetivo.
Muchos pensamos que buena parte del mérito de ese equipo, el Atlético de Madrid, corresponde a su líder indiscutible: el entrenador; un entrenador que ha dado una rueda de prensa modélica. A todas las preguntas que le han hecho alabando su trayectoria y su trabajo, Simeone ha contestado ensalzando a los jugadores, al cuerpo técnico, a los empleados del club, a sus seguidores y hasta a los niños que, a partir de victorias como la de hoy (bueno, ayer) pueden convertirse en hinchas del Atleti. Incluso ha recordado a antiguos compañeros (Futre) y hasta a un ex-presidente tan controvertido como Jesús Gil. Ha reconocido que el Real Madrid es mejor, que tiene mejores jugadores, que ha gozado de mejores oportunidades y que ha pegado tres postes. ¿Le habéis visto, durante el partido, cómo se levantaba y cómo motivaba a los jugadores y al público cada vez que el Madrid pegaba un poste o tenía una oportunidad?. Pero, en ningún momento ha hablado en primera persona; en ningún momento se ha puesto ni una sola medalla.
Unos minutos antes, Mourinho ha protagonizado una rueda de prensa, que ha sido el paragidma de la egolatría. Ha comenzado diciendo que ha sido 'su' peor temporada y que 'él' siempre da la cara cuando pierden. Ha repasado 'su' trayectoria en el Real Madrid, los títulos que ha conseguido, las semifinales de la Champions a las que ha llegado. Se ha lamentado de los tres postes, de las paradas del portero rival (para eso está ¿no?) y -¡faltaría más!- ha cargado contra el árbitro. Ha 'olvidado' decir que su 'autoexpulsión' ha privado al equipo del sosiego y la dirección que necesitaba cuando el partido ha entrado en esa fase en la que los jugadores van perdiendo los nervios y necesitan de alguien que les motive, que les oriente, que saque lo mejor de ellos... y que evite que aflore lo peor. El comportamiento de Cristiano Ronaldo es una buena prueba de ello.
Aunque debo confesar que soy 'merengón', hoy no he lamentado la derrota de los blancos. Hace tiempo (en mi opinión, desde que echaron a Del Bosque) el Real Madrid ha perdido sus señas de identidad. Está en manos de un caudillo (Florentino), que ha delegado en otro (Mourinho), que ha convertido el club en una banda, en la peor acepción de esa palabra. Sólo jugadores como Casillas o Xabi Alonso son capaces de representar dignamente al equipo. Difícil, muy difícil lo tienen para recuperar el prestigio y el señorío que les caracterizaba y del que apenas quedan detalles como el exquisito comportamiento de su capitán hoy, Sergio Ramos, al reconocer la victoria del Atlético y felicitarles, sin poner un solo pero.
Enfrente, en vez de una banda, han tenido un equipo que me resulta muy antipático, pero que, ahora mismo, tiene un líder humilde, duro y sacrificado, que predica con el ejemplo y que hace buena la frase de Plutarco: 'Un ejército de corderos dirigido por un león es mucho más temible
que un ejército de leones mandado por un cordero.'
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