Esta
semana -no recuerdo dónde; y ya lo siento, por que me gusta citar las fuentes-
leí una frase que me dio que pensar: 'Somos el resultado de las cinco personas con
las que más nos relacionamos cada día'.
Rápidamente pensé en mí y en las personas con las que
me relaciono habitualmente. Empecé por hacer una clasificación de distintos
ámbitos: familia, trabajo, amigos y salud. A continuación, me hice una serie
de preguntas:
- ¿Como es mi relación con mi familia más directa, con mi mujer y mis hijos, con los que convivo diariamente?
- ¿Qué ambiente se respira en mi trabajo? ¿Tengo un buen jefe? ¿Y un buen Equipo? ¿Quienes son mis referencias?
- ¿Me preocupo por mis amigos?
- ¿Y mi salud? ¿Estoy contento con mi estado físico? ¿Estoy en buena forma? ¿Estoy lesionado? ¿Qué estoy leyendo? ¿Cómo me va con esta movida del blog?
Por
último, le pegué un repaso a mi 'misión personal', esa que podeís leer a la
derecha, esa que empieza diciendo: 'Soy un corredor de fondo...'; y
pensé que soy una persona afortunada porque estoy rodeado de personas
inteligentes, que no se quejan demasiado, tengo una familia de la que estoy
orgulloso, disfruto con mi trabajo, tengo amigos en los que confiar y a los que
apoyar y, aunque ahora mismo no estoy en mi mejor forma, confío en ser capaz de
recuperarla, saco tiempo para leer y cada vez tengo más visitas en este
blog.
Y termino con una quinta dimensión, la espiritual, sobre la que me
llevo tiempo queriendo profundizar. Os dejo esta frase que leí ayer en el blog de Javier Elzo:
'...no se puede amar a Dios, a quien nadie ha visto jamás, si no se ama al
prójimo a quien se está viendo'.
¿Tienes 5 personas a quien amar?
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