Por
tercer año (2010, 2012 y 2013), Joaquim Rodríguez encabeza la clasificación de
la UCI World Tour, algo así como el ranking de la ATP, al que acaba de volver,
con gran eco mediático, Rafa Nadal.
Este año, detrás de Purito (607 puntos), se han clasificado Chris Froome (587, ganador del Tour), Alejandro Valverde (540), Peter Sagan (491), Vincenzo Nibali (474, ganador del Giro), Fabian Cancellara (384), Nairo Quintana (366)...
El año pasado, detrás de Purito (692 puntos) estaban Bradley Wiggins (601, gandor del Tour), Tom Boonen (410), Vincenzo Nibali (400), Alejandro Valverde (394), Simon Gerrans (390), Chris Froome (376)...
En 2011 'solo' fue tercero (446 puntos), por detrás de Philippe Gilbert (718) y Cadel Evans (584, ganador del Tour).
En 2010 ganó por ver primera este ranking (561 puntos), por delante de Philippe Gilbert (437), Luis León Sánchez (413), Cadel Evans (390), Vincenzo Nibali (390)...
Es a partir de 2010, con 30 años ya cumplidos, cuando ha dado lo mejor de sí. Liberado de la condición de gregario de Alejandro Valverde, y enrolado en el equipo ruso Katusha, a falta de una victoria en una Gran Vuelta (ha hecho podium en las tres) o Campeonato del Mundo (tiene una plata y un bronce), atesora un extraordinario palmarés, no suficientemente reconocido. No tiene el glamour de otros ciclistas, pero ninguno es tan regular y tan fiable como él.
Hace poco más de un año, después de la Vuelta a España que se le escapó en favor del Alberto Contador, escribí un post en el que decía: 'Pocas veces alguien mereció tanto ganar y pocas veces habrá perdido con tanta elegancia'.
El
año pasado, se le esca-paron por poco el Giro y la Vuelta. Este año, perdió el
Campeonato del Mundo en extrañas circunstancias, pero no hizo ningún reproche,
se limitó a llorar desconsolado. Y se sacó la espina este domingo, doblegando a
todos sus rivales en el Giro de Lombardía, un 'monumento' que ganaba por segundo
año consecutivo.
Deseo de todo corazón que la próxima temporada Joaquim
Rodríguez consiga esa gran victoria que se le resiste y que, definitivamente,
conquiste el corazón de todos los aficionados al ciclismo, como ya ha
conquistado el mío.
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