El post de hoy me lo ha inspirado un boletín que recibimos los padres de los alumnos de Tecnun. Es una adaptación libre y está dedicado a ese aparato que está en el centro de nuestros hogares. Allá va:
Quiero ser como tú. Quiero ocupar tu lugar, ser el centro de atención, reunir a mi familia a mi alrededor y ser escuchado cuando hablo, sin interrupciones y sin cuestionamientos.
Quiero tener el mismo cuidado especial que tienes tú cuando no funcionas. Y tener la compañía y la atención de mi mujer y mis hijos cuando llegan a casa, están cansados y se tiran en el sofá.
Quiero sentir que lo dejan todo de lado, aunque sea de vez en cuando, para pasar un poco de tiempo conmigo.
También, me gustaría ser capaz de hacer algo que pueda divertir a todos. Bueno, no pido tanto. Solo quiero vivir lo que vive cualquier televisor.
Aunque, bien pensado, igual llego un poco tarde porque, como decía el genial Antonio Mingote, cuya viñeta refleja mi opinión sobre la caja tonta: 'La televisión ha acabado con el cine, el teatro, las tertulias y la lectura. Ahora tantos canales terminan con la unidad familiar'.
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