Después de más de dos semanas hablando de la B/SS y de atletismo (que no es exactamente lo mismo ¿eh?) permitidme que hoy, antes de volver mañana con el maratón, la media maratón y los 10 kilómetros, haga una incursión en el mundo de la Calidad (con mayúsculas) y la orientación al cliente, al que por deformación profesional soy especialmente sensible.
Os pongo en situación: 13:00 de esta mañana. Salgo del Super Amara del mercado de San Martín, donde he tenido que esperar un rato en caja y me dirijo a la planta baja, a un puesto de flores, donde quiero comprar sustrato para las plantas. Las chicas, muy amablemente, me dicen que ya no lo venden. A mi pregunta de dónde puedo comprarlo, me dicen que en el Super Amara.
Resignado a perder quince minutos más, bajo. Antes de volver a entrar al Super Amara, cargado con las bolsas de la compra anterior, pregunto a la chica que está en información si venden tierra para las plantas. Me contesta que sí y cuando ve me de esa guisa, sin pedírselo yo, se ofrece a guardarme las bolsas, me indica dónde puedo encontrar lo que busco, y me dice que no hace falta que vuelva a guardar cola, que ella misma me cobra. Y estamos hablando de una venta de 0,84 € ¿eh?
Siempre he ha llamado la atención el trato correcto y amable de las personas que trabajan en ese Super Amara. Nunca falta un saludo educado, la ayuda para ayudarte a buscar lo que no encuentras y una despedida cordial.
Lo de hoy ha sido un plus. Han conseguido lo que en la jerga de la Calidad conocemos como superar las expectativas del cliente. Un cliente, yo, que seguiré acudiendo al Super Amara, valorando, por encima del precio, la orientación al cliente y el valor que aportan las personas que trabajan allí.
Porque, como decía Antonio Machado: 'Todo necio confunde valor con precio'
¡Ah! Y además esponsorizan al BAT (Bidasoa Atletiko Taldea). ¡Ojalá! hubiera más como ellos.
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