La foto que acompaña este post y el comentario que me hizo ayer una atleta y amiga, mientras estábamos entregando las mochilas después de la Lilatón, me ha sugerido el título.
La he visto en carrera, con su hermana, y me ha extrañado que no estuvieran más adelante. Al comentarles que hoy han corrido tranquilas, me ha contestado que han corrido cuatro: las tres mujeres que veía y un hombre camuflado.
La he visto en carrera, con su hermana, y me ha extrañado que no estuvieran más adelante. Al comentarles que hoy han corrido tranquilas, me ha contestado que han corrido cuatro: las tres mujeres que veía y un hombre camuflado.
Mi primer pensamiento ha ido al Maratón de Boston de 1967, cuando Kathrine Switzer se convirtió en la primera mujer en correr un maratón con un dorsal.
Rápidamente me ha sacado de mi error señalando la tripa de su hermana, embarazada, esperando su primer hijo. La tercera del grupo era la madre de las dos. Por aquello de la discreción no desvelaré el nombre de la protagonista, que supongo comunicará la buena nueva cuando lo entienda oportuno.
Lo que sería interesante saber es cuántas de las 5.218 clasificadas estaban embarazadas. Un paso más en la carrera de la mujer en busca de la igualdad.
¿Dónde esta Wally?
¿Dónde esta Wally?
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