Empezaré por decir que hay algunos comportamientos de él que me incomodan y que, más de una vez, me han decantado por su rival, fuera quien fuera. Me gustan los deportistas competitivos, salvo cuando esa competitividad atenta contra el fair play, y más en un deporte como el tenis. Novak Djokovic es una muestra de ese carácter balcánico, que en su peor versión deviene en volcánico.
Jugué al tenis en mis años mozos, pero era tan malo que lo terminé dejando y me pasé a algo más primitivo como es correr. Soy de los que cree que no hay deporte que dé mejor en la televisión. Durante muchos años, he sido apasionado espectador de los Nastasse, Borg, McEnroe, Connors, Wilander , Vilas, Lendl, Sampras, Agassi..., que dominaron el panorama mundial antes de la irrupción de Federer y Nadal, que entre 2011 y 2016 asistieron al dominio del serbio, que en esos 6 años ganó 11 de los 24 torneos del Grand Slam: Australia (5) Roland Garros (1) Wimbledon (3) y USA (2), con años como 2011 y 2015, en los que sólo se le escapó Roland Garros., que fue el último grande que ganó, en 2016, en una travesía del desierto que ha durado más de dos años y en la que ha alcanzado el oasis de su decimotercer Grand Slam, tras aplastar el domingo en Wimbledon al australiano Anderson y vencer a Nadal en una semifinal épica, con 10-8 en el quinto set, diez años después de estrenarse en Australia (2008), tras ganar en la semifinal a Federer.
Hay un consenso generalizado en torno a que Roger Federer es el mejor jugador de la historia del tenis y, sin duda, el más elegante. Es el que suma más títulos del Grand Slam: nada menos que 20: 6 en Australia, 1 en Rolang Garros, 8 en Wimbledon y 5 Open USA.
Todos nos rendimos a la capacidad competitiva, el esfuerzo y la resiliencia de Rafa Nadal, menos talentoso que el suizo, que le sigue en el ranking con 17: 1 en Australia, 11 en Rolad Garros, 2 en Wimbledon y 3 Open USA.
Pero, a mi modo de ver, el más completo, el que menos fisuras ofrece y el que mejor domina todas las facetas del juego es Novak Djokovic, que ya lleva 13, ha olido la sangre, no tiene rivales por debajo y les puede comer el terreno a Federer, a quien supera físicamente, y a Nadal, a quien supera por talento.
Ahora mismo, el peor enemigo de Novak Djokovic es él mismo. Si es capaz de gestionar su competitividad, puede ser imparable. Y es el candidato mejor colocado para ganar de forma consecutiva los cuatro torneos del Grand Slam, algo que no han conseguido ni Federer ni Nadal, y que sí logró, en dos ocasiones, el australiano Rod Laver (1962 y 1969).
Por cierto que este tenista, poco conocido por los más jóvenes, tiene 11 torneos del Grand Slam… sin haber participado entre 1963 y 1967 (5 años), al pasar al circuito profesional, junto a los mejores tenistas de la época. ¿Cuántos tendría de haber jugado esos 5 años en el circuito amateur? Nadie cuenta que Manolo Santana gano 3 de los 4 torneos grandes que atesora en esos años: Rolang Garros en 1964, Open USA en 1964, y Wimbledon en 1966. Ahí lo dejo.
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