El pasado día 3, hablábamos el El guardián invisible, la primera entrega de la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo. Terminé tan enganchado y dejaba tantos frentes abiertos, que me compré en mi e-book la segunda entrega: Legado en los huesos, que apenas me ha durado una semana.
En esta segunda entrega, los personajes femeninos, empezando por la inspectora Amaia Salazar, que asoma su lado más vulnerable con su recién estrenada maternidad, siguen siendo los protagonistas y entran en escena otros nuevos, con el halo de misterio que los va envolviendo a todos, como las brumas del Baztán. Un Baztán omnipresente, como su historia y como ese frío y lluvioso mes de febrero, que regresa, un año después, para poner el marco a una nueva serie de crímenes rituales, cuya resolución deja más preguntas y cuestiones abiertas.
Espero impaciente la publicación de la tercera entrega Ofrenda a la tormenta. Y espero que no tarde, para tener frescos en la memoria todos los frentes abiertos y para saber cómo termina la encarnación del mal, que se pasea por las dos primeras entregas, lo mismo que ese guardián invisible, cuya presencia, cual ángel de la guarda, percibimos a través de las capacidades extrasensoriales de Amaia Salazar.
Legado en los huesos mejora, si cabe, la primera entrega: El guardián invisible, de lectura obligada para no perderse en la trama de unos personajes complejos, muy bien trabajados por su autora.
Gracias por la opinión, Gabi. Efectivamente, regalar el primero fue un éxito, a mi mujer le ha encantado. Y ahora quiere leer esta segunda entrega, claro.
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