Amor bajo el espino blanco

Había leído hace un par de años Amor bajo el espino blanco, novela de Ai Mi, una escritora china residente en Estados Unidos, publicada en 2007 a partir de las entregas que fue publicando en su blog y basada en una historia real. 

Ambientada en los años de la Revolución Cultural China, que acabó con la muerte de Mao en 1976, describe con toda crudeza las durísimas condiciones de vida que el régimen impone a toda la sociedad y en especial a los disidentes. En ese marco, nos presenta una desgarradora historia de amor, inocente y pura, entre una estudiante, que aspira a ser maestra, a la vez que tiene que ayudar para sacar adelante a su madre enferma y sus hermanos, mientras su padre está encarcelado por su condición de terrateniente, y un joven, hijo de un cuadro del Partido Comunista, que goza de un trabajo y una posición privilegiados. Cada uno de ellos pertenece a una casta diferente y deben llevar su amor con el máximo sigilo para evitar que Jingqiu –que así se llama la protagonista- cometa un desliz que dé al traste con su proyecto de futuro. No os contaré más.

El pasado fin de semana, mi mujer alquiló la película, del prestigioso director chino Zhang Yimou, que vio la luz en 2010. A pesar de las buenas críticas, tenía alguna reserva porque conservaba un gran recuerdo de la novela y soy de los que piensa que es difícil recrear en la pantalla lo que la imaginación del lector a urdido en su mente a medida que avanza en la lectura del libro y se deja atrapar por su trama.

Afortunadamente, me equi-vocaba y estoy por afirmar que la película supera a la novela. Cuenta la historia con sencillez, apoyándose en bellísimas imágenes que recogen a la perfección el universo descrito en la novela. La historia de amor –que se cuenta con un enorme recato- pone el contrapunto a las condicio-nes extremas en las que se desenvuelve su protagonis-ta.

Os la recomiendo de verdad a los más jóvenes lectores de este blog. Puede que hacia el exterior digáis que es una 'moña', pero estoy convencido de que, en lo más profundo, os va a emocionar de verdad.

Qué mejor historia para hoy. Dentro de unas horas, asistiremos a la boda de la hija de unos amigos de Barcelona que si no en su existencia vital, sí en su dulzura me recuerda a la delicada Jingqiu.