El post de hoy lo quería dedicar al espectacular meeting de ayer en Mónaco, el mejor, sin duda, de los que llevamos en la Diamond League de 2014. Estoy de vacaciones, cerca de Estepona, y el wi-fi del hotel, cual Guadiana, aperece y desaparece, por lo que la consulta de los resultados es un auténtico calvario.
Así que tiraré de fondo de armario y compartiré con vosotros el capítulo 66 de Todo lo que era sólido, ensayo de Antonio Munoz Molina, publicado en febrero de 2013. Copio literalmente el final:
Así que tiraré de fondo de armario y compartiré con vosotros el capítulo 66 de Todo lo que era sólido, ensayo de Antonio Munoz Molina, publicado en febrero de 2013. Copio literalmente el final:
‘…Cuántos abusos han quedado sin denuncia ni castigo por la simple
razón de que se cometieron sin necesidad de salirse de una legalidad calculada
para permitirlo: cuántos no han roto las capas sucesivas de los pactos de
silencio que se han acumulado en la vida pública española: callar por
conveniencia, callar por miedo, callar por pereza, callar por cinismo, callar
por militancia, callas por complicidad, callar para no distinguirse del grupo,
callas por no disgustar a la familia, callar por no ser un aguafiestas, callas
porque no parezca que uno va en contra de los tiempos, callas por temor a no
parecer moderno o no parecer patriota, callar para que no le manden a uno
anónimos o no le quemen el portal de la casa, callar queriendo convencerse de
que al fin y al cabo ésa es la única manera en que pueden hacerse las cosas.’
¿Hasta cuándo vamos a seguir
callados?
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