El pasado domingo, en la carrera de 15 kms. participaron más de 1.600 atletas mayores de 40 años. Si partiéramos de 35, que es la edad en la que según las
federaciones de atletismo se es veterano, seguro que estaríamos hablando de más de la mitad de los atletas clasificados.
Si tenemos en cuenta que el 84% de ellos son gipuzkoanos, nos encontramos con una cifra en el entorno de los 1.500 atletas. Diez veces más que los que conformamos
la Asociación Gipuzkoana de Atletas Veteranos (AGAV), cuya página web y cuyo facebook os invito a visitar.
Esta Asociación, nacida en los años 90, e integrada al principio por compañeros procedentes del atletismo federado, fue creciendo con la incorporación de
atletas populares, que son/somos la inmensa mayoría. Su pico de asociados de produjo en 2005, coincidiendo con la celebración en Donostia del Campeonato de Mundo en las pistas de Anoeta.
Veteranos y también jóvenes una tarde cualquiera en Anoeta |
Desde entonces, la irrupción de internet, las bajas por edad o por cese de actividad, la desaparición de las subvenciones de la Diputación Foral de Gipuzkoa, las dificultades –fundamentalmente ‘logísticas’- para atender la pírrica
cuota de 14 € anuales y vaya usted a saber que otras causas, están produciendo un goteo por el que nos vamos desangrando a medida que crece el fenómeno del atletismo popular y muy especialmente entre los veteranos.
Hace justo una semana, quienes formamos la junta directiva nos reunimos para reflexionar sobre el ‘modelo de negocio’ que nos permitiera recoger
y dar respuesta a las necesidades y expectativas de todos esos atletas veteranos, categoría en la que me consta que estáis muchos de los lectores de este blog.
De todos vosotros me gustaría saber en qué condiciones seríais miembros de esta Asociación –o de otra similar- y qué esperaríais que os ofreciera.
¿Quién se anima?
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