Caterine Ibargüen. Del cielo al suelo

Viéndola ayer en la tele, tiene toda la planta de una jugadora de vóley, deporte que practicó en su adolescencia este espigada atleta colombiana de 1.81 metros y 65 kilos, nacida el 12-2-1984.

Estos datos los he obtenido de su ficha de la IAAF y me ha llamado la atención su edad: 31 años. Yo la hacía mucho más joven, porque tenía noticias de ella desde Campeonato del Mundo de la IAAF de 2011 en Daegu, donde fue tercera , con 14.84, detrás de dos clásicas: Olga Saladukha (14.94) y Olga Rypakova (14.89).

Un año después, en los JJ OO de Londres, fue segunda, con 14.80, detrás de Olga Rypakova (14.98).

Salvo que esté equivocado, Caterine Ibargüen está imbatida desde entonces, ha dominado la todas las pruebas de la Diamond League en las que ha participado, ganó el oro en el Campeonato del Mundo de la IAAF de 2013 en Moscow y repitió ayer en Beijing.

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En su vida anterior, Caterine –cuyo caso me recuerda al de Carlota Castrejana-  fue saltadora de altura y tiene una mejor marca de 1.93. Compitió en los JJ OO de Atenas, saltando 1,85 sin superar la calificación y lo mismo le sucedió en el Campeonato del Mundo de la IAAF de 2005 en Helsinki (1.84) y 2009 en Berlin (1.85). Fue cuando decidió cambiar de prueba, del cielo al suelo, con el resultado ya conocido.

Ayer se puso en cabeza al segundo intento (14.80) y mejoró en el cuarto (14.90) para imponerse a la israelí Hanna Knyazyeva-Minenko (14.78)  y la campeona olímpica Olga Rypakova (14.77) que se hizo con el bronce en el último intento.

¡Suerte en Río, Caterine!