Uno tiene sus filias y sus fobias. Las segundas trato de ocultarlas y las primeras las voy desvelando a largo de estos días, a medida que llegan las finales.
Como decía aquel: me llena de orgullo y satisfac-ción hablar de Sergey Shubenkov, que ayer, contra pronóstico, se proclamó campeón mundial de 110 metros vallas, entrando en el selecto club de los atletas que han bajado de 13" y estableciendo un nuevo record nacional de Rusia: 12.98.
Este atleta de 24 años, 1.85 de altura y 75 kilos de peso, medalla de bronce en el anterior Campeonato del Mundo de la IAAF Moscow 2013, doble campeón de Europa en Helsinki 2012 y Zurich 2014, que no llegó a la final de los JJ OO de Londres, se presentaba con una marca personal de 13.13 (Lausanne 3-7-2014), frente a cuatro atletas que ya habían bajado de 13".
Salió rapidísimo de tacos e hizo una carrera casi perfec-ta, resistiendo el ataque final del jamaicano Hansle Parchment (13.03) -que tiene 12.94 como marca personal- y de un recuperado Aries Merritt (13.04), que ha vuelto a la élite después de su deslumbrante 2012, cuando fue campeón olímpico y estableció el vigente record del mundo: 12.80 en Bruse-las. Nos contaron en la tele que se va a someter a un transplante de riñón. Veremos si a sus 30 años puede volver para seguir compitiendo al máximo nivel.
Cuarto, volviendo a fallar en los grandes momentos, llegó el francés Pascal Martinot-Lagarde (13.17), que tiene una marca personal de 12.95. De su juventud cabe esperar que tenga más oportunidades. Su compatriota Dimitri Bascou marcó el mismo tiempo y hubo un tercero en la final: Garfield Darien, que terminó octavo, demostrando el dominio de los franceses en esta disciplina desde los tiempos del legendario Guy Drut, campeón olímpico en Montreal 1976.
El vigente campeón mundial y líder de la Diamond League, David Oliver (33 años), hizo una mala carrera en la que probablemente sea su última oportunidad en la gran competición.
Todo lo contrario -espero- que Shubenkov, que era el favorito de mi corazón, como le dije a mi hijo segun-dos antes de darse la salida, y cuya victoria me supo a gloria. Ya sólo le falta el título olímpico, algo a su alcance si sigue rindiendo tan bien en las grandes citas atléticas.
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