Perosillo es el más pequeño de los 209 ayuntamientos de la provincia de Segovia, con 18 personas censadas de las que sólo 9 viven
en el pueblo. El 29 de agosto celebran la festividad de la degollación de San Juan Bautista, que congrega a centenares de visitantes y este año ha consolidado el
Cross de Perosillo, con la participación de 104 atletas seniors y 40 chavales.
El año pasado, con su amigo
Pablo Ruano y la fe del converso, Ivan García Caballero, alias
Cassiano, cuyas raíces se hunden en esta localidad segoviana, y quien, como San Pablo camino de Damasco, tuvo una iluminación que le metió en el cuerpo la fiebre de
runnig, puso en marcha la primera edición del Cross de Perosillo, una carrera de 3,9 kms., que da tres vueltas y media al pueblo, en la que se clasificaron 20 chavales y 41 adultos. Ganó David Valentín, que había resultado vencedor del maratón de Palencia con 2:36:43.
Este año, dobló la apuesta, buscó patrocinadores, recurrió a su amigo
Iñigo Alday, de Irun, que le diseñó el cartel, lo pegó por los pueblos cercanos, nos dio la brasa en su Facebook y ahí tenéis el resultado.
Me ha mandado una extensa crónica, con detalles de casi todos los participantes, a los que no tengo el gusto y estoy seguro que merecería la pena conocer. Es un folio de letra apretada, sin
márgenes y un solo párrafo. Sé que se va a enfadar conmigo, pero no lo voy a reproducir completo. Os haré un breve resumen.
Ganaron los hermanos Adrián y Santos Francisco, de Rebollo (Segovia) y tercero fue Alfonso Arranz, de Olombrada. El primer chico de Perosillo fue Sergio Molina, que venía de ganar el trofeo
de frontenis. Quinto llegó el madrileño Chusma, que fue quien les consiguió los dorsales. Y noveno nuestro protagonista, que además de organizar este sarao, tuvo tiempo de correr y hacer un gran papel. Su primo Sergio Gómez, que vino con la familia armada
de cencerros para animar a los atletas, fue 17º. Y su compañero en las tareas directivas, Pablo Ruano, fue 28º.
Ivan, de blanco, en el centro de la foto |
Paula Peláez, una niña vallisoletana de 12 años ganó entre las chicas, corriendo con los mayores. Atentos a este nombre. Amparo Melgar, amiga de los Arrasate Run-ners,
veranea en Hontalbilla y se acercó a correr. Y Patricia Velasco, La Pitu, madrileña veraneante en Perosillo, tras bailar una jota, corrió como una campeona, animada por su padre Amador.
Pido disculpas a todos los entusiastas atletas que he omitido y reconozco desde aquí el extraordinario trabajo de Ivan, capaz de llevar 104 adultos y 40 chavales a
correr a un pueblo de 18 habitantes. Y agradezco en su nombre el trabajo de todos los colaboradores que han hecho posible este milagro. ¡Ah! La inscripción era gratuita, hubo trofeos para los tres primeros y las tres primeras, se sorteó un jamón y también
un bono de visita con degustación en las bodegas Cepa 21 y Emilio Moro (¡casi nada!); y se repartieron camisetas excedentes de la media maratón de Segovia.
Y dice que quiere mejorar el año que viene. A ver qué se le ocurre, porque éste
Cassiano es capaz de cualquier cosa.
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