En el encabezamiento de este blog, debajo de mi nombre, podéis leer este slogan: Soy positivo + cuenta conmigo. Procuro ver siempre la botella medio llena y prefiero incidir en las fortalezas antes que en las cuestiones a mejorar, que también me gusta poner 'en lo alto de la mesa', como dice un colega cordobés.
El pasado sábado, disfruté de una platea privilegiada, la casa de mis padres, para ver el espectáculo con el que Donostia-SS inauguraba la capitalidad cultural europea 2016. Y me quedé frío en todas las acepciones de la palabra.
Ese frío se tornó en sofoco cuando leí el titular que El Diario Vasco ponía en la boca de Hansel Cereza -responsable del espectáculo central de la inauguración- que se sentía satisfecho con el resultado porque había cumplido los objetivos... y añadía: 'A lo mejor el problema está en haber arriesgado por un nuevo formato y no haber puesto fuegos artificiales'.
No sé cuántos fuegos artificiales se podrían haber quemado con los más de cien millones de las antiguas pesetas que dicen que costó el 'arriesgado' montaje del Sr. Cereza, pero apuesto a que hubieran dejado más que satisfechos a espectadores tan autocomplacientes como los 'ñoñostiarras', algunos de los cuales cometieron la osadía de silbar tan ¿innovador? espectáculo. ¡¡¡Si hasta había aizkolaris!!!
De mi paso por la función de calidad -que como el bautismo y la confirmación, imprime carácter- recuerdo que el primer principio de la excelencia es la orientación al cliente, formulada así: 'Las organizaciones dependen de sus clientes y por
lo tanto deben comprender sus nece-sidades presentes y futuras, cumplir con sus
requisitos y esforzarse en exceder sus expectativas.'
Cuando Hansel Cereza dice que que se sentía satisfecho con el resultado porque había cumplido los objetivos, yo me pregunto: ¿Cuáles eran esos objetivos? ¿Alguien había preguntado a los clientes/espectadores por sus necesidades, requisitos y expectativas?
Si no lo habéis hecho, os invito a leer la columna de ayer de Ramón Etxeza-rreta en la última página de El Diario Vasco.
Su segundo párrafo lo cierra con esta pregunta: '¿Tendre-mos oportunidad de redi-mirnos?' . Y se contesta: 'Seguro que sí'.
Como soy positivo, yo creo que también. Eso sí, agradecería que alguien nos dijera -'con manzanas'- cuáles son resultados con los que esperan satisfacer plenamente a todos los grupos de interés de la organización, entre los que los ciudadanos donostiarras y/o ñoñostiarras algo tendremos que decir. ¿O no?
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