Esta semana he
terminado Cinco esquinas, la última novela de Mario Vargas
Llosa. De lectura fácil, combina el erotismo con la intriga política, en un
contexto en el que destaca la prensa canalla con la que ya todos nos hemos
acostumbrado a convivir y que en el Perú de Fujimori y Montesinos,
en los años 90 del siglo pasado, campó a sus anchas para tejer una cortina de
humo sobre un régimen tan siniestro y corrupto.
Novela coral,
empieza y termina con Marisa y Chabela, mujeres de clase alta,
que devienen en más que amigas, y nos lleva de los barrios más acomodados a los
suburbios más miserables, mientras nos presenta distintos personajes que van
encajando en una historia que se devora con avidez y para la que sólo se necesita
tener una mínima información previa sobre el Perú de finales del siglo XX.
Escrita ‘en
peruano’, con la prosa limpia, exacta y brillante del Premio Nobel, nos
ofrece trescientas páginas para degustar. Hacedlo antes de que se enfríe.
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