Hasta su último salto de hoy, sobre 6.08, fallido, hemos visto al mejor Renaud Lavillenie, recordman mundial de pértiga (6.16) y campeón olímpico en Londres (5.97).
Ha saltado a la primera 5.75, 5.85, 5,93 y 5.98, batiendo su propio record olímpico y poniéndose en cabeza, por delante del joven brasileño Thiago Braz Da Silva (22 años), que partía con una MMP de 5.93, que acababa de igualar.
Tras ese salto de Lavillenie, 5.98 a la primera, el brasileño, que tenía un nulo sobre 5.93 y otro sobre 5,75, con la medalla de plata asegurada, ha dejado los dos intentos que le quedaban para la siguiente altura: 6.03, sobre la que hemos vuelto a ver al mejor Lavillenie, que entre los abucheos del público ha hecho dos nulos en los que la barra, tras temblar arriba, ha decidido caerse.
En su segundo y último salto sobre esa altura, 6.03, Da Silva ha superado el listón, estableciendo en nuevo record olímpico y no dejando a Lavillenie otra alternativa que dejar su último intento para la siguiente altura: 6.08, que no superaba desde que consiguiera el record del mundo, en el invierno de 2014.
Con todo el público en contra -un comportamiento impropio de los espectadores de un estadio olímpico- el francés ha hecho un gesto, con el pulgar hacia abajo, oportunamente captado por las cámaras. Falto de la concentración necesaria, ha fallado sobre 6.08, altura que muy probablemente hubiera superado en sus dos desafortunados intentos sobre 6.03. He sentido de verdad la derrota de Lavillenie y he sentido que la haya asimilado de esa manera.
Tercero ha sido el americano Sam Kendricks, con 5.85, al que las cámaras han tomado aplaudiendo uno de los saltos de Lavillenie.
Ha decepcionado Shawn Barber, campeón mundial den Beijing, que parecía el gran rival del francés y que este año había saltado 6.00. Ha superado los 5.50 a la segunda y ha fallado sus tres intentos sobre 5.65, para terminar noveno.
He sentido la derrota de Lavillenie, uno de mis iconos, pero no puedo sino celebrar la victoria y la llegada de Thiago Braz Da Silva, capaz de dar lo mejor de sí mismo en la gran competición, mejorando 10 centímetros su MMP y entrando en el selecto club de los seis metros.
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