Ayer no pude seguir la final de lanzamiento de peso femenino del Campeonato del Mundo de Atletismo que se está celebrando en Eugene (Oregon). La hora local allí,18:25, se correspondía con las 3:25 aquí y a mí me esperaba un largo viaje en coche, que necesitaba el preceptivo descanso.
Su gran rival era la china Lijiao Gong (33 años), campeona olímpica en Tokyo y doble campeona del mundo en 2017 y 2019.
Chase Ealey lideró el concurso desde su primer lanzamiento: 20.49, que no mejoró en los cinco siguientes.
Esperaba más de la portuguesa Auriol Dongmo, campeona del mundo en pista cubierta este año en Belgrado, con un lanzamiento de 20.43. Fue quinta con 19.62.
Esta madrugada, hora local aquí, el coloso Ryan Crouser (USA), doble campeón olímpico en Río 2016 y Tokyo 2021, ha conseguido el título mundial que le faltaba, en un concurso apasionante, en el que su compatriota Joe Kovacs, doble campeón del mundo en 2015 y 2019 y doble subcampeón Olímpico en 2016 y 2021, se lo ha puesto muy difícil.
Kovacs, con 22.63 en su primer lanzamiento, ha liderado el concurso hasta el segundo intento de Crouser, que ha lanzado la bala a 22.71. En su quinto intento, Kovacs ha lanzado 22.89 y se ha puesto en cabeza por unos minutos, porque la réplica de Crouser, que iba a continuación, ha sido un lanzamiento de 22.94, récord de los Campeonatos.
En su sexto intento Kovacs ha lanzado 22.42 y se ha tenido que conformar con la medalla de plata.
El bronce ha sido para el tercer americano, Josh Awotunde, que ha hecho marca personal: 22.29.
Un clásico de las medallas, el neozelandés Tomas Walsh, ha sido cuarto con 22.08.
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