Lo de grandes y pequeñas lo podemos aplicar o entender a la participación, mayor o menor, y también lo podemos aplicar a otros conceptos, como la calidad de la organización, el recorrido, el ambiente... Seguro que a todos se nos viene a la cabeza alguna carrera grande que falla en alguno de esos criterios, y alguna carrera pequeña que es excelente.
Por lo que me cuentan y por lo que he leído en la prensa, no es el caso de la Zarautz Bihotzekin Elkartasun Lasterketa del pasado domingo. Por un error en la señalización, los atletas que iban en cabeza de carrera tomaron una dirección distinta, entrando en la meta por la parte de atrás, es decir, en dirección contraria a la prevista. Estos atletas (no sé cuántos fueron) no fueron tenidos en cuenta al hacer la clasificación.
Esa clasificación recoge 47 corredores, 29 hombres y 18 mujeres y quedó así:
Respeto que las asociaciones solidarias, ONGs y similares organicen carreras populares con el fin de concienciar a la población y ¿por qué no? recaudar fondos para sus nobles fines. Admito, incluso, que la parte deportiva sea menos importante, en favor el eco y de la sensibilización de la población. Vale.
Lo que me cuesta más entender es que se incurra en esos fallos, que rozan la negligencia, y que afectan a personas que han pagado 10 € por correr 4,7 kilómetros.
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