La semana pasada, tras la publicación del post XL Kilimon Trail Mendaro, se suscitó en Facebook un interesante debate, al que me animo a entrar.
Más allá de algunos clásicos, casi todos veteranos, con una larga trayectoria en carreras de montaña/trail, sin haber pasado por la pista, me llama la atención que jóvenes de 20 años, como los hermanos Ibai y Ekain Larrea (en la foto) o Malen Osa, estén destacando en esa especialidad, las carreras de montaña/trail, cuando, a mi modo de ver, por edad y condiciones, podrían hacer cosas muy interesantes en la pista.
En lo poco que ha probado la pista, Ekain Larrea tiene marcas como 3:54.71 en 1.500 metros, 8:21.59 en 3.000 y 15:05.88 en 5.000 metros. Su hermano gemelo Ibai tiene 8:38.08 en 3.000 metros. Son marcas muy interesantes para atletas de su edad.
De Malen Osa no he encontrado nada. Quizá Juan Ignacio Sampedro nos pueda dar alguna referencia.
Otra atleta joven, ya consolada en este mundillo de la montaña/trail es Sala Alonso. Cumplirá 24 años el próximo lunes y con 20 años fue capaz de correr los 3.000 metros obstáculos en 10:39.10, marca que vale 1003 puntos WA. Fue subcampeona de España sub 23. Con 20 años. Dejó la pista y se decantó por la montaña/trail, donde ha conseguido excelentes resultados. Espero que se recupere de la lesión que la tiene alejada de la competición desde hace varios meses. También ha brillado en el cross y en la ruta.
¿Por qué estos atletas abandonan la pista y se van a la montaña/trail?
A mi modo de ver, la preparación de la pista, en cualquiera de sus modalidades y muy especialmente en el fondo y el medio fondo, es de una enorme exigencia. Además de contra los rivales, los atletas compiten contra su mejor versión... y raras veces ganan.
Hablando de ganar, en las pista no hay dinero, salvo para unos pocos afortunados, que consiguen becas. No tengo el dato, pero creo que en Gipuzkoa se pueden contar con los dedos de una mano... y me da que me sobran dedos. Y no creo que entre ellos haya ningún fondista o mediofondista.
Sin embargo, en la montaña/trail, aunque difícilmente se puede vivir de ello, ser profesional, se puede sacar un dinerillo en premios y patrocinios.
Es una modalidad que está de moda y hay pruebas por doquier, en Euskadi, en Navarra, en España, en Europa y en los cinco continentes.
En cuanto a la exigencia, no discutiré el enorme esfuerzo y hasta el riesgo que implica una cerrara de montaña/trail. Yo solo he corrido una, hace muchos años. Lo pasé tan mal en las bajadas, que decidí no repetir. Eso sí, aunque fui a tope todo el tiempo, en ningún momento sentí la agónica sensación de los últimos 150 metros de un 800, de la tercera y cuarta vuelta de un 1.500, del último mil de un 3.000 o de las vueltas novena, décima y undécima de un 5.000.
La prensa generalista y los medios en general prestan más atención a la 'épica' de los corredores de montaña/trail y apenas mencionan a los fondistas o mediofondistas.
Son malos tiempos para la lírica... de la pista.
Dicho todo lo anterior, a mí y estoy seguro que a muchos más, me/nos encantaría a ver a estos jóvenes atletas en la pista.
Cuando hubieran exprimido su capacidad en la pista, podrían decantarse por la montaña/trail, aprovechando la base adquirida. Al tiempo.
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