El 'treno rosso' lo inventó el Saeco de Mario Cipollini. El Rey León del pelotón ciclista, el mejor sprinter de finales de los noventa y principios del Siglo XXI, contaba con un equipo diseñado para su mayor gloria, una máquina casi perfecta de ganar etapas. Ocho ciclistas resguardando a Cipollini, que salía a rematar cuando quedaban 200 metros y un pelotón de llegadores con la lengua fuera.
En vez del 'treno rosso' de Cipollini, tuvimos un 'treno amarillo' en el que el primer vagón fue Aitor Iturralde (Orioko), que pasó los 100 metros en 14" y los 400 en 1:00.
Detrás, también de amarillo, iba Sunahi Huegun (Orioko), a continuación, de verde, Julen Azpiazu (La Blanca), luego, Martín Iriondo (Orioko), Alain Flores (Berango)... y haciendo la goma, una goma cada vez más estirada, Aritz Leonet (BAT). Los demás hacían otra carrera.
Aitor Iturralde dejó la pista a los 600 metros (1:32) y Sunahi Huegun tiró del 'treno' 300 más, hasta los 900, cuando fue relevado por Julen Azpiazu, que se apartó a los 1.000 metros, pasados en 2:33. Faltaban 500 metros, demasiados para Mario Cipollini y también para Martin Iriondo, que tiró y aguantó en cabeza, reventando a Aritz Leonet, pero sin poder despegar a Alain Flores.
A falta de 80 metros, como si fuera Cipollini, entró en escena Alain Flores, para ganar con 3:53.68, marca personal. También hizo marca personal Martin Iriondo (3:54.05). Es el líder del año entre los atletas de la GAF. Y nuevo récord de Gipuzkoa Sub 18, borrando de la lista los 3:56.5 de Gabriel Ormazabal, que databan del 12 de octubre de 1983.
Tercero, sin entrar en la pelea, llegó otro chaval de 17 años, Ander Aramendi, que a punto estuvo de bajar de 4:00, haciendo una gran última vuelta y marca personal.
Aritz Leonet pagó su valentía con una última vuelta agónica para acabar cuarto con 4:00.97.
Y Mikel Aguirrebeña, también muy valiente, acabó quinto, rozando su marca personal.
Jokin Bellido y Jon Etxeberria, que hicieron su carrera, completaron los 7 atletas que llegaron a la meta.
Los otros 6 que tomaron la salida se fueron quedando por el camino.
En la foto, Julen Azpiazu, Alain Flores y Martin Iriondo.
Viendo cómo fue la carrera, entiendo la ausencia de estos atletas el pasado sábado en Ordizia, a la vez que me pregunto qué hubiera podido pasar si hubieran corrido allí. Nunca lo sabremos.
En la segunda serie, sin reponernos de las emociones de la primera, asistimos a la victoria de Jon Zugazaga, por delante de Harkaitz Irazusta y Josu Porta.
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