El lunes, escribí un post titulado 'Te digo adiós para toda la vida', en el que hacía referencia a la opor-tunidad que perdí, hace ahora 15 años, de correr el maratón de Berlín.
Por facebook he recibido varios comentarios, de los que destacaría este de Andu Martínez de Rituerto: 'En cada momento de nuestra vida, tomamos las deci-siones que nos parecen más acertadas, aunque al pasar los años no entendamos por qué entonces tomamos aquel camino y no otro. Hoy, aunque nos parezcamos a él, no somos el mismo de hace 15 años'. ¡Qué gran verdad!
De nada sirve arrepentirse de las oportunidades perdidas. Ya lo decía Heráclito: 'Un río no lleva dos veces la misma agua'. Lo mismo ocurre con nuestra mente, cada día es distinta, cada día cambia y, por lo tanto, nunca pensamos con el mismo cerebro. Podemos -y debemos- cambiar.
Y podemos hacerlo aprendiendo de nuestros errores, rectificando, desaprendiendo lo que ya no sirve y reaprendiendo continuamente, aprendiendo a aprender; sabiendo que el mapa no es el territorio y que una brújula, en ocasiones, resulta mucho más útil, por ejemplo hoy al mediodía, por las callejuelas de la judería cordobesa. Es muy sano -y hasta recomendable- cambiar de opinión (el mapa), cuando cambian las circunstancias (nuevas urbanizaciones, avenidas, etc.), siempre que conservemos intactos nuestros principios (la brújula, que siempre señala el norte).
Cierro el post con esta frase que me acabo de encontrar: 'Tomorrow's illiterate will not be the man who can't read; he will be the man who has not learned how to learn.' (Herbert Gerjuoy)
Por facebook he recibido varios comentarios, de los que destacaría este de Andu Martínez de Rituerto: 'En cada momento de nuestra vida, tomamos las deci-siones que nos parecen más acertadas, aunque al pasar los años no entendamos por qué entonces tomamos aquel camino y no otro. Hoy, aunque nos parezcamos a él, no somos el mismo de hace 15 años'. ¡Qué gran verdad!
De nada sirve arrepentirse de las oportunidades perdidas. Ya lo decía Heráclito: 'Un río no lleva dos veces la misma agua'. Lo mismo ocurre con nuestra mente, cada día es distinta, cada día cambia y, por lo tanto, nunca pensamos con el mismo cerebro. Podemos -y debemos- cambiar.
Y podemos hacerlo aprendiendo de nuestros errores, rectificando, desaprendiendo lo que ya no sirve y reaprendiendo continuamente, aprendiendo a aprender; sabiendo que el mapa no es el territorio y que una brújula, en ocasiones, resulta mucho más útil, por ejemplo hoy al mediodía, por las callejuelas de la judería cordobesa. Es muy sano -y hasta recomendable- cambiar de opinión (el mapa), cuando cambian las circunstancias (nuevas urbanizaciones, avenidas, etc.), siempre que conservemos intactos nuestros principios (la brújula, que siempre señala el norte).
Cierro el post con esta frase que me acabo de encontrar: 'Tomorrow's illiterate will not be the man who can't read; he will be the man who has not learned how to learn.' (Herbert Gerjuoy)
No hay comentarios:
Publicar un comentario