Taberna Salinas

Esta semana me toca currar en Córdoba y tengo la suer-te de que me acompañe mi mujer. Llegamos ayer a las 20:30 y tras una breve parada en hotel, me llevó a cenar a la Taberna Sali-nas, un local de profundas raíces locales y también cosmopolita. 

Habíamos reservado mesa para las 21:30 y al llegar nos indicaron que tendría-mos que esperar unos quince minutos, a que fueran saliendo los del primer turno, los guiris que se habían sentado a cenar a partir de las 20:00 horas. Me temí lo peor y recordé una situación similar en Madrid, en Casa Lucio, hace un par de años, coincidiendo con la acampada del 15-M en la Puerta del Sol de Madrid. Aquel día entramos a cenar casi a medianoche, después de una eterna espera en la que, entre otros, se nos coló el televisivo Pepe Navarro.

Afortunadamente, me equivoqué. A las 21:45 estábamos sentados a la mesa y fuimos inmediatamente atendidos, con una simpatía, una profesionalidad y una diligencia de la que mucho tendrían que aprender, por ejemplo, en Casa Lucio. 

Tienen una carta tan espectacular como contun-dente y ajustada en precios. 

Nos ventilamos una botella de tinto cordobés Los Omeya Roble, acom-pañando una deliciosa ensalada de tomate de la Vega, magníficamente ali-ñada, un salmorejo de los de masticar, unas croquetas caseras de espinacas con piñones que invitaban a la gula y un rabo de toro estofado que se derretía en la boca. Raciones más que generosas. El precio: 38,90 €.

Si venís por Córdoba, una ciudad que debéis visitar sin ninguna duda, acercaos por la calle Tundidores, 3, en el centro, cerca de la Mezquita y disfrutad del magnífico ambiente, servicio y comida de este establecimiento centenario.