sábado, 7 de diciembre de 2013

La playa de los ahogados

Hace un par de días, os hablaba de Ojos de agua, novela negra publicada en 2006, cuyo autor es Domingo Villar. Terminaba diciendo que estaba ansioso por leer su segunda novela La playa de los ahogados, para saber más del lacónico inspector Leo Caldas. Pues sigo en las mismas, después de haber disfrutado de las 374 páginas de una novela, publicada en 2009, que me ha atrapado desde la primera línea.

La marea ha arrastrado el cadáver del pescador Justo Castelo hasta una playa gallega. Podría pensarse que ha muerto ahogado mientras faenaba si no fuera porque sus manos están atadas. Sin testigos ni rastro de la embarcación a la que pertenecía el fallecido, el lacónico inspector Leo Caldas, que en lo personal atraviesa días difíciles, trata de esclarecer el crimen sumergiéndose en el ambiente marinero de un pueblo cuyos habitantes se resisten a desvelar sus sospechas y, cuando se deciden a hablar, apuntan en una dirección demasiado insólita.


Domingo Villar, desde el corazón de Vigo, donde transcurre la vida del inspector Leo Caldas, entre la comisaría y los bares que frecuenta para comer o para cenar, consigue transportarnos al ambiente cerrado y opresivo de unos pueblecitos de la costa gallega, por un laberinto lleno de trampas y en una espiral de hallazgos, a veces casuales y siempre sorprendentes, que disparan la imaginación del lector hasta un final electrizante.

Si Ojos de agua me encantó, La playa de los ahogados me ha entusiasmado.

A ver si Domingo Villar se decide a publicar una tercera novela.

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