El año pasado publicaba un post titulado Cross Internacional Juan Muguerza. El último doblado en el que contaba las peripecias que pasaron dos atletas modestos - a ese nivel- para acabar la carrera. Porque hay atletas que brillan en las carreras populares, en las de montaña e incluso en la pista, cuyo objetivo máximo es acabar, lo que se traduce en no ser doblado por el primero. Yo no es tarea fácil, teniendo en cuenta quién suele ser el primero: un atleta de máximo nivel mundial, como el año pasado Selemon Barega, campeón olímpico de 10.000 metros en Tokyo 2021, o el de este año, Berihu Aregawi, subcampeón mundial de Cross en 2023.
Decía hace un año -y lo mantengo- que el objetivo de la tercera parte de los 109 atletas que ayer tomaron la salida en la carrera Senior masculina es acabar la carrera.
Hubo 25 que no lo consiguieron, bueno, 26, porque, como advertimos ayer, hubo uno que sorteó el control de los jueces, tras ser doblado, no por el primero, sino por bastantes más.
Haciendo un cálculo aproximado, hay que llegar a la última vuelta en el entorno de los 29-30 minutos. Luego, una vez conseguido el objetivo, uno se puede relajar y dar tranquilamente esa última vuelta.
Atletas experimentados y fiables, como el alavés Josu Apraiz, lo explican muy bien: ''Conseguimos librar del doblaje que es el verdadero objetivo...' . Acabó en el puesto 48º (37:14) a 6:40 del ganador, con bastante margen.
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