| Alves coge el plátano, lo pela y se lo come | 
Esta mañana, en la radio, he 
escuchado una hipótesis que cuestiona la esponta-neidad de Alves, jugador 
del F.C. Barcelona, el pasa-do domingo en el campo del Villarreal, cuando se 
comió un plátano que le habían arrojado desde la grada. Sostiene esa hipótesis 
que quienes gestionan la ‘mar-ca’ Neymar, en 
previsión de que en algún campo hostil le lanzaran un pláta-no, le habían 
sugerido al jugador que se lo comiera. Dado el vínculo que al parecer tienen 
estos  dos futbolistas brasileños, es razonable pensar que lo 
hubieran hablado y que Alves se apuntara el tanto.
| Renzi, primer ministro italiano y Prandelli, seleccionador | 
Porque su gesto en El Ma-drigal ha 
dado la vuelta al mundo, derivando en que todo tipo de personajes públicos, 
desde políticos a deportistas, se hayan foto-grafiado con un plátano en la mano 
y/o en la boca. Y esas fotos están circulando por todas las redes sociales y por 
todos los medios.
Es muy ilustrativo el efecto 
boomerang que ha provo-cado el espectador que lanzó ese plátano y el éxito del 
gesto de Alves, un juga-dor cuyo comportamiento en el campo y fuera de él se 
aleja de los modelos que predican los defensores de lo políticamente 
correcto.
Casi he olvidado la última vez que 
fui a un campo de fútbol. Creo que fue en Anfield 
(Liverpool, 2 –Manchester United, 1) el 13 de 
septiembre de 2008.  El partido se jugaba a las 12:00 horas de un 
sábado. Mi hijo y yo, tras meternos entre pecho y espalda un english breakfast, 
llevamos unos plátanos para el almuerzo, como hago casi todas las mañanas, 
porque me gustan los plátanos. 
¿Prohibirán llevarlos al fútbol?  














