Ayer, mientras mis seis colegas de Kutxabank, que hoy competirán conmigo en la carrera de los 10 kms. del Sparkassen Marathon, que este año se celebra en Ulm, se fueron a pasar el día a Munich, a poco más de una hora de tren, yo me quedé en esta tranquila cuidad, a orillas del Danubio, que puede presumir, entre otros méritos, de ser la cuna de Albert Einstein y de tener la catedral -¿o hay que decir iglesia?- más alta del mundo: 161,53 metros.
Después de desayunar tranquilamente en el hotel, di un paseo por el centro de la cuidad y siguiendo la orilla del Danubio me acerqué a la Messe (Feria) de Ulm para recoger los dorsales y visitar la feria del corredor, con una amplia muestra de material deportivo de todo tipo. Resistí la tentación de comprarme unas zapatillas 'galácticas' y volví al hotel para hacer un rodaje suave de veinte minutos, saliendo a la misma hora que saldremos hoy: las 13:15. Es mi ritual previo a cada carrera.
El Danubio a su paso por Ulm |
Me quedé con las ganas de subir al vértice de la catedral, pero 786 escalones me parecieron demasiados, te-niendo en cuenta la carrera de hoy, que se correrá des-pués del Einstein Marathon de Ulm, que coincide con el maratón de Berlín, en el que compiten varios atletas gipuz-koanos, de los que tendremos noticias la semana que viene.
Bueno, aquí os dejo, que me voy a correr.
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