Rafa Ferrer

El post de ayer se titulaba Veteranos y valientes. Teniendo como marco los Campeonatos de Euskadi de Veteranos en Pista Cubierta, citaba algunos atletas, a los que calificaba como raras avis. Son personas que no practicaron el atletismo en sus años mozos y que se han incorporado al mundillo del atletismo veterano con la madurez.

El que os presentamos hoy, es un caso ejemplar. Los dos somos del 55. Le conozco de cuando él jugaba al fútbol y yo era árbitro. Nunca me fijé mucho en él, porque era de esos futbolistas correctos, que no destacan y, sobre todo, que no dan guerra al árbitro. Yo dejé el arbitraje en 1986 y me estrené en la B/SS de ese año, federándome en atletismo unos años más tarde, hacia 1990. Nos perdimos la pista, salvo alguna visita mía como cliente a Easo Sport, la tienda que tiene en la Plaza del Buen Pastor, donde siempre me ha atendido con gran diligencia y profesionalidad.

Rafa Ferrer siguió jugando a fútbol, alternándolo con carreras populares. Para que os hagáis una idea de su calidad, en 1987 (32 años) corrió la B/SS en 1h:19’:02”. Ese año, yo hice 1h:25’:51”.

Con 46 años y con un cen-tenar de carreras populares, le detectaron una artrosis degenerativa muy avanzada en el tobillo, con muy mal pronóstico: terminar cojo. Tras deambular por distintos médicos, se puso en manos del Dr. Achalandabaso, que le práctico una artroscopia, con éxito, recomendándole la natación y desaconsejándole correr. Menos mal que no le hizo caso.

Desde entonces, entrena sólo 3 días a la semana: martes y jueves por la tarde-noche y domingo por la mañana. Y no recuerda haber tenido ninguna lesión que le obligara a parar más de 7 días.

Se animó a federarse con ocasión de los Campeonatos de Europa de Pista Cubierta que se celebraron en Donostia en marzo de 2003, cuando él tenía 47 años. Desde enton-ces, ya apenas corre populares. A cambio, participa habitualmente en todo tipo de competiciones federadas, desde los 60 metros, hasta los 800 metros, incluyendo vallas, saltos (altura y longitud), lanzamientos (jabalina) y, por supuesto, el cross. Sólo ha dejado de competir, es curioso, en 1.500, 3.000, 5.000 y 10.000 metros.

Su primer entrenador fue Óscar Ezker y yo siempre le he conocido con Régulo Martínez.

En estos 14 años, acumula un palmarés inabarcable en este post, del que, a nivel nacional, tenéis el resumen en el cuadro de la derecha. Lo llamativo es que 26 esas medallas en Campeonatos de España han llegado en 100, 200, 400, 100 vallas, 400 vallas, longitud y relevos.

Esta afición tardía le ha dado la excusa perfecta para viajar, compitiendo en diferentes Campeonatos de Europa, del Mundo y hasta Olimpiadas de Veteranos en Francia, Bélgica, Portugal, Finlandia, Austria… y ¡Australia!, con logros como:

-      Campeonatos de Europa:

o    4º en 400 metros

o    5º en 4x200 metros (2 veces)

o    6º en 400 y 800 metros

o    7º en 800 metros y relevos 4x200.

-      Campeonatos del Mundo:

o    3º en relevos 4x400

o    5º en 800 metros

o    9º en 400 metros

-      Olimpiadas:

o    8º en 400 metros

o    9º en 200 metros

Termino con sus mejores marcas, que podéis ver en el cuadro adjunto. Destacaría por encima de todas esos 2’:14”:55 en los 800 metros, que es, para mí, su distancia, por más que se prodigue poco. Y con sólo 3 días de entrenamiento a la semana, en los que acumula muy pocos kilómetros. Con un poquito más de fondo…

Como contaba ayer, en el corto espacio de 10 minutos, el pasado domingo corrió los 200 metros en 28”:63 y los 800 metros en 2’:41”:55, sacándome nada menos que once segundos de ventaja. No importa que estuviera griposo, que llevara varios días sin entrenar o que hubiera dado sangre esa misma semana. El que vale, vale.

Un gran atleta y un gran tipo, cuyo ejemplo sería bonito que cundiera en alguno de los lectores de este blog al que le picara el gusanillo de la pista. 

¡Ojalá!