Veteranos y valientes

Macu Zuzuarregui

El fenómeno del atletismo popular se centra en las carreras de fondo y se nutre fundamentalmente de atletas veteranos (lo serían todos aquellos mayores de 35 años). Un número significa-tivo de esos atletas populares es capaz de correr al mismo nivel que los atletas federa-dos, sin terminar de dar el paso a la pista, que es el termómetro que mide, de verdad, el nivel y la capacidad de quienes se someten a su dictamen.

El atletismo federado vetera-no, a día de hoy, lo compo-nen un reducido grupo de atletas que, perdiendo el miedo escénico, se ponen a las órdenes de los jueces para correr, saltar y/o lanzar. Digo y/o porque hay algunos, como el zarautztarra Joxe Mari Manterola, que a sus 61 años es capaz de correr, saltar (altura, longitud y triple) y lanzar (peso).

Andu Mtnez. de Rituerto

El pasado fin de semana, el Velódromo de Anoeta ha acogido los Campeonatos de Euskadi de Veteranos en Pista Cubierta, que se han cerrado con una muy pobre participación. Alguna culpa tendrán las fechas –demasiado tempranas- y el cierre de la inscripción fijado por la Federación Vasca de Atletismo para el día 21 de diciembre. Pero las causas están mucho más arraigadas en el tiempo. Si las carreras de medio fondo y fondo (800, 1.500 y 3.000 metros) han convocado a algunas decenas de atletas, la participación en las pruebas de velocidad (60 metros, 60 metros vallas, 200 metros y 400 metros), los saltos (altura, longitud, triple) y lanzamientos (peso) es casi testimonial.

En el cuadro de abajo, tenéis los resultados de los atletas gipuzkoanos. Faltan los de las carreras de 3.000 metros, que no han sido publicados por la Federación Vasca de Atletismo. En amarillo subrayamos a los que ganaron en su categoría, en gris los que fueron segundos y en naranja los que quedaron terceros. Observaréis que hay mayoría de atletas por encima de M45, con muy pocos M40 o M35.

Las medallas de Miguel Harina

Además del citado Joxe Mari Manterola, destacaría el triplete del tolosarra Andu Martínez de Rituerto y la progresión de Miguel Harina, que es rara avis, por ser alguien recién llegado a este mundo. A ver si cunde su ejemplo.

Rafa Ferrer, de quien hablaremos mañana, ganó sus enésimos títulos en 200 y 800 metros y no compitió en 400 porque el sábado por la mañana, para él, es horario laboral.

Xabier Erentxun, que le da a todo, desde el 800 al maratón, ganó el sábado los 1.500 metros y el domingo la media milla, en una carrera dominada hasta falta de 50 metros por el oñatiarra Iñaky Gómez, otra rara avis, que se fue al suelo por una mala pisada cuando se encaminaba a la victoria.

Los atletas del C.A. Renteria fueron mayoría, con actuaciones destacadas de Txitxin Vicente, Óscar Tijero y Txema Arenzana (64 años), que fue mi ángel de la guarda en los 1.500 metros, que corrí con más miedo que vergüenza, como los 800 (donde no tuve tanta suerte con la ‘liebre’) sin haber hecho series desde septiembre-octubre del año pasado.

En cuanto a las chicas, los tripletes de Inés Pérez y Ana López, otras raras avis, quedaron oscurecidos por el record de España de 800 metros conseguido por Inmaculada Zuzuarregui, también rara avis -y ya vamos cuatro- en los 800 metros W60: 3’:02”.21. Y eso que la víspera había corrido un 1.500. Zorionak! Macu.

Susana Ruiz reapareció con victoria en los 1.500 metros. Esther Estefanía compitió con la casta que le caracteriza y debutó Gloria Albarrán con una muy buena marca en los 3.000 metros. Más raras avis.

Antxon Basurko con Inés Pérez. Dos cracks.

Los saltos, los lanzamientos, la velocidad, son disciplinas técnicas, en las que no es fácil buscar raras avis, pero en las carreras a partir de los 800 metros hay muchísimos atletas populares veteranos con más nivel que muchos de los que competimos este fin de semana. Necesitamos de ellos para relanzar el atletismo veterano. Y os puedo asegurar que el que prueba, repite. Que se lo pregunten si no a algunos recién llegados como Fernado Jorge Bravo, Juan Carlos Montero, Xabier Zumarraga, …

¿Quién se anima?