Correr en Donosti siempre es una gozada

Correr en Donosti, sea la carrera que sea,
 siempre es una gozada (Gotzon Solaegi)

La Media Maratón de Donostia, como muchas otras carreras que tienen como escenario las calles del centro de la Bella Easo, ofrece la posibilidad de ver la carrera desde distintos observatorios, sin apenas moverse. Yo me suelo poner cerca de casa, alternando el paso por el final de la calle Zubieta, de ida el domingo, con el principio de la calle San Martín (viniendo de El Antiguo), de vuelta.

El domingo, cambié de ‘asiento’ y me coloqué en el cruce de la calle San Martín, con la calle Getaria, que es peatonal, donde vi a los atletas sobre el km 7. Después, andando en línea recta, me llegué al Boulevard, donde pude ver el primer paso por meta de los atletas de la Media Maratón y la llegada de los que corrieron 10 km.

Repetí la maniobra, volviendo a la calle San Martín, donde vi el segundo paso de la Media Maratón hasta que otras obligaciones me reclamaron.

Andoni Saldias, Joseba Jauregi e Iker Manso

Así pude ver cómo Gotzon Solaegi, generoso, tiraba de un grupo en el que iban, entre otros, Mikel Rodríguez, Iñaki Gerica, Ibai Alba, Unai Señoran… Al final se quedaron, mano a mano, Iñaki Gerica y Mikel Rodríguez, colaborando lealmente para alcanzar su objetivo y hacer MMP. 

Un poco más atrás venían Iker Manso y Andoni Saldias, atletas del Tolosa, guiados por su compañero Joseba Jauregi. También Andoni hizo MMP: 1:15:39.

No venía muy lejos Richard Rivera, que terminó pinchando la segunda vuelta, superado por atletas como Dani El Oikili, que corrió bien resguardado en el grupo.

Vicent Pastor, de azul

A Vicent Pastor le vi con muy buena cara. Hizo una carrera muy regular y marcó 1:19:59. Seguro que está contento de ver tantos nueves y tan pocos ceros. ¡Qué distinto hubiera sido 1:20:00! ¿verdad? Cerca estuvo Luis Trejo (1:20:10), que pinchó un poco al final. También corrió muy regular Josema Ramada, un atleta con una planta inconfundible.

Los Donostiarrak Sergio Garzo y Alberto Manzanares plantearon estrategias distintas. Sergio salió más rápido, pasando por la mitad de carrera en 40:46, mientras que Alberto, más prudente, lo hacía en 42:02. A la meta llegaron 98º Alberto en 1:22:11 y 99º Sergio en 1:22:36. Puedo confirmar que en la segunda vuelta a Alberto le vi mucho más fresco que a su compañero.

Josema Ramada, de negro y Carlos Albero, con visera
con la cabeza de carrera de 10 km de las chicas

Carlos Albero, a quien no vi pasar y que creo que me reconoció y saludó en la primera vuelta, cumplió de largo su objetivo de bajar de 1:24. Su tiempo: 1:22:52. 

Y menuda marcha y ánimo llevaban los hernaniarras Aitor Zudaire y Sergio Uzkudun, que tiraban del grupo en el que viajaba Claudia Behobide, tan concentrada como siempre.

Vi bien a Javier Fragua, Germán Gómez Pato y Manolo Loro, en ritmos próximos a 4’/km. A su compañero Txema Vadillo le salió una media de 4:06. Y no recuerdo haber visto a Lourdes Colomo, que acabó en 1:27:17.

Arkaitz Aginagalde hizo una carrera regular y acabó por debajo de 1:30. Menos de 300 atletas lo consiguieron.

Begoña Beristain ayer, en la
presentación de su libro

Ese trajín de idas y vueltas entra la calle San Martín y el Boulevard, me dejó sin ver a los atletas que rondaron 1:40, como Oscar Casbas (1:41:40), que nunca pasa desapercibido por el entusiasmo que le pone.

Y también me perdí a mujeres como la tolosarra Ioana Arbillaga (1:42:42) o la periodistaBegoña Beristain(1:44:02), que ayer presentó en Bilbao su libro Tú también puedes ser runner y cuyo blog Veterana B os recomiendo. En cuanto lea el libro, ya os contaré mis impresiones.

También me perdí a Ángela González Cano, que unas horas antes había corrido otra Media Maratón, la Azkoitia-Azpeitia, en 1:38:07 y que terminó en 1:44:29. Tremendo lo de esta mujer. 

Siguiendo con las chicas, Edurne Martínez de Treviño, por debajo de 5’/km, acabó en 1:44:48. Y Ane Perosanz, también muy regular, entró en 1:47:12.

A partir de ahí y desde el balcón de casa, un sexto piso, intermitentemente vi pasar a los atletas más sufridos, a los que más pasos dan y a los que más tiempo emplean, con mayoría de mujeres, que no he llegado a contar. Mi reconocimiento para todas ellas y para todos ellos.