Nunca más

Esta tarde he mantenido una larga conversación electrónica con Lander Fraile, a quien muchos identificaréis con kirolprobak, esa magnífica plataforma que nos permite inscribirnos en todo tipo de carreras populares, consultar las clasificaciones, imprimir diplomas y muchas más prestaciones.

 

Hemos hablado de correr sin dorsal o hacerlo con el dorsal de otra persona, suplantando su personalidad... y de las consecuencias que se pueden derivar de producirse algún incidente.

Estoy seguro de que en el 99% de los casos se hace sin mala fe. Yo mismo recuerdo haberlo hecho en una ocasión, en 2010. Me cazaron y, por mi culpa, descalificaron a mi entonces colega Iñigo Collazo, que hizo un carrerón. No lo he vuelto a hacer.

 

Preparando el maratón de 2010, decidí aprovechar la San Juan de Luz-Hondarribia para hacer un rodaje largo. Para cuando me quise inscribir estaba el cupo cubierto y me quedé con las ganas. Quién sí estaba inscrito era Iñigo, que fotocopió su dorsal (517) y me lo dio.

 

El plan era el siguiente: Yo llevaba en coche a Iñigo hasta San Juan de Luz, le dejaba allí y volvía a Hondarribia. Dejé el coche en el parking de Eroski, me puse el dorsal y salí en dirección contraria, llegando hasta el km 8, donde me di la vuelta, me metí en un pelotón y llegué a la meta, sin dorsal, después de correr 26 km en 1h:51’:03”.

 

Mientras iba en dirección contraria, me crucé con la cabeza de carrera, desde la que un ¿juez?, que iba en una furgoneta, a gritos, me pidió que me quitara el dorsal. Supongo que tomó nota del número y me desclasificó, bueno, desclasificó a Iñigo Collazo, que llegó en 1:20:20. Yo llegué 4 minutos después.

 

Conservo los correos electrónicos que me crucé entonces con Lander Fraile, con Iñigo Collazo, la reclamación remitida por éste a la organización… Todo en vano. 

 

Escena de la lapidación en La vida de Brian

Las consecuencias: un tremendo disgusto de Iñigo, después de su gran carrera; y para mí, una lección aprendida: nunca más.

 

Termino con un fuerte abrazo a un buen amigo, que está siendo lapidado en las redes sociales. Como dice la Biblia a propósito de la lapidación de una mujer sorprendida en adulterio: ‘El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra’.