Voluntarios. ¿Especie a extinguir?

Uniforme de los voluntarios en los JJ OO de Barcelona 92

El post de hoy me lo ha inspirado la parrafada publicada en su Facebook por Iñaki Zubimendi en relación al triatlón de Zumaia, sobre las dificultades para reclutar voluntarios que ayuden en  la organización de la prueba.

La R.A.E define voluntario como: (1) Que nace de la voluntad, y no por fuerza o necesidad extrañas a aquella. (2) Que se hace por espontánea voluntad y no por obligación o deber.

Ahora que se celebran los 25 años de los JJ OO de Barcelona, recordemos que una de las claves del éxito de ese acontecimiento fueron los 36.000 voluntarios, una figura sin la que hubiera sido imposible poner en marcha, no sólo organizaciones de carácter global, sino otras más locales, ya consolidadas, que difícilmente podrían nacer hoy en día.

Voluntarios del Donostiarrak en la Carrera de Primavera

En una sociedad cada vez más individualista, en la que le ponemos precio –muchas veces basura- a todo, parece que hacer algo de forma voluntaria y desinteresada es sinónimo de ser un pringao.

Incluso cuando, prostituyendo el concepto de voluntario, algunas organizaciones –y me centraré sólo en las que conozco- se ven impelidas a establecer algún tipo de remuneración por esa tarea, se encuentran con dificultades para conseguir las personas necesarias. ¿Qué podemos esperar de una sociedad así?

A mis casi 62 años tengo una larga experiencia de voluntariado en diferentes actividades. No me pongo ninguna medalla por ello, porque en todas he disfrutado por sentirme útil y por devolver al club, la empresa o la institución de que se trate, parte de lo que me ha aportado como socio, usuario, trabajador o ciudadano.

Ser voluntario me ha permitido conocer a muchas personas, gente estupenda, con la que, por unas horas, trabajas con un objetivo común.

Voluntarios en el Maratón de Donostia

Cierto que tiene momentos exigentes, como algún madrugón, algún chaparrón, alguna actividad física no bien evaluada (suelo estar repartiendo botellines de agua en el Maratón de Donostia, a la altura de La Concha, y acabo hecho polvo), alguna impertinencia que soportar de conductores irascibles, etc., que, a mi modo de ver, están sobradamente compensados por el agradecimiento que percibes de quienes están participando en la actividad.

A todos los que leáis este post os animo a ser voluntarios y serlo a cambio de nada más que la satisfacción de haber contribuido al éxito de una causa socialmente útil y saludable, como es, por ejemplo, la práctica del deporte.

Termino con la frase que cierra la parrafada de Iñaki Zubimendi: ‘Si quieres vivir en una sociedad mejor, si quieres mejorar tu entorno, si quieres mejorar como persona y ser más completo, hazte voluntario y colabora con los grupos que desarrollan esta tarea social, hay mucho donde elegir.’