Imagen y comunicación política

Es un alto cargo político de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Sale mucho en los medios de comunicación: prensa, radio y televisión autonómica; y es activo en las redes sociales, donde ofrece una imagen, que yo percibo como amable y bien trabajada; y muy alineada con el partido al que representa. Tengo buenas referencias de altos funcionarios y técnicos (no asesores nombrados a dedo) que trabajan con él, de su estilo personal, su talante y su capacidad de trabajo.

 

Somos amigos en Facebook. No recuerdo bien qué circunstancias nos llevaron a serlo. Nunca he hablado una palabra con él, ni le he tenido a la vista, ni nos hemos cruzado por la calle.

Hoy, he visto una de las numerosas publicaciones que hace en Facebook –siempre en un tono institucional- y me ha llamado la atención la foto de su perfil, en la que aparece cubierto por una mascarilla negra.

Me he animado a escribirle un mensaje privado, que dice así: 

Kaixo! ¿?. Acabo de ver la foto que tienes en tu perfil de Facebook, con esa mascarilla negra. Supongo que forma parte de la política de comunicación diseñada por sabe Dios quién. A mi modo de ver, es una elección desafortunada y deprimente. En tu imagen pública te quiero ver a ti, quiero ver tu cara. Besarkada handi bat.

Eran las 15:23 y a los pocos minutos me ha llegado su respuesta, correcta y cordial, que no desvelaré por aquello de la privacidad.

Lo que yo he percibido en esa respuesta es que la foto de su perfil con la mascarilla negra es consciente, voluntaria y forma parte de una campaña de comunicación e imagen de la DFG para concienciar a los ciudadanos del uso de la mascarilla. También, que es un tipo atento a la interacción en las redes sociales, sobre lo cual no haré un juicio de valor, al menos públicamente, sin conocer mejor a la persona y al personaje. En todo caso, tan rápida respuesta es de agradecer.

Estoy seguro de que quienes tienen esas competencias de imagen y comunicación en la DFG creen que deben hacerlo así y que su target, su nicho de mercado, sus posibles votantes se identifican con esa imagen que para mí resulta siniestra y deprimente, además de sugerir que hay algo que se oculta debajo de ese antifaz. Pero, bueno, no les deben preocupar los bichos raros como yo…

Estoy devorando A propósito de nada, la ¿autobiografía? de otro bicho raro, Woody Allen, en la que repasa su vida personal y profesional. Ya he pasado el ecuador y una de las cuestiones en las que más incide es en su independencia a la hora de escribir los guiones de sus películas y de dirigirlas, exigiendo a los productores un control absoluto. Su filosofía al respecto se puede recoger en esta frase: ‘Más que vivir en los corazones y en las mentes del público, prefiero seguir viviendo en mi casa".

Creo, honestamente, que este ¿prometedor? político gipuzkoano ganaría mucho si se ‘soltara’, fuera menos políticamente correcto y asumiera más riesgos.

Un riesgo que nos quitan

La noticia está tomada de eldiario.es:  

 

La Mesa del Turismo, asociación que representa a los empresarios y profesionales más relevantes del sector, ha pedido la dimisión "inmediata" del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, por "celebrar la ruina de un sector que supone más del 12,5% del PIB y el 13% del empleo del país".

Esta petición se produce después de que Simón asegurase este lunes que es mejor que los ciudadanos de Bélgica, cuyo Gobierno les ha recomendado no visitar España, no vengan porque es “un riesgo que nos quitan.”  Del mismo modo, se pronunció respecto a la cuarentena de 14 días que ha impuesto Reino Unido a todos sus ciudadanos que hayan estado en España. "Desde el punto de vista sanitario estas decisiones nos ayudan, y es un riesgo que nos quitan", recalcó.

"Las palabras pronunciadas por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ayer manifestando que se muestra agradecido con los países que han decidido no traer turistas a España han indignado profundamente a la Mesa de Turismo", han señalado.

Y yo me pregunto: ¿qué otra cosa puede decir el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias? Es su papel, lo que tiene que defender, lo que tiene que transmitir a quien toma las decisiones, que tendrá encima de la mesa otras posiciones, otros puntos de vista, desde el económico al turístico, pasando por el laboral, el social, el jurídico, el de la comunicación, etc.

El 31 de marzo publiqué un post titulado Pensamiento único. En uno de sus párrafos decía:

El Director General se tiene que rodear de un equipo con todas esas visiones, lo mismo que la sociedad, que, además de médicos y personal sanitario (a los que tanto tenemos que agradecer), necesita ingenieros, juristas, economistas, científicos, arquitectos, psicólogos, artesanos, artistas... y muchísimos trabajadores de todos los sectores. Hasta funcionarios necesitamos, aunque no sé si son tan esenciales como lo entiende el Gobierno.

Dejemos que Fernando Simón siga defendiendo las cuestiones de su competencia y escuchemos a todos los afectados por las decisiones que están tomando otros países en relación al turismo en España.

Y después, dejemos que quien tenga el poder y la competencia de hacerlo tome las medidas que estime oportunas, confiando que sean algo más originales, atrevidas y, si es necesario, audaces, que obligarnos a todos a ir por la calle con mascarilla. Me da que a pocos turistas vamos a atraer así.

El deporte de base, maltratado

Seguimos sin saber cuándo y dónde podremos salir en una carrera y disfrutar de la experiencia ya casi olvidada de la competición. Mientras tanto, asistimos a un rosario de cancelaciones consecuencia, a mi modo de ver, de la inseguridad jurídica –que no sanitaria- y la falta de certezas mínimas para los organizadores, que se enfrentan al riesgo de una suspensión administrativa arbitraria, como las que venimos padeciendo desde que el 14 de marzo el Gobierno de España decretara el estado de alarma.

Quienes pensábamos que al decaer el estado de alarma volvería la sensatez, nos hemos encontrado con no un Gobierno, sino con diecisiete Gobiernos autonómicos y centenares de Ayuntamientos dictando normas que, en mi caso –lo admito, soy un tipo raro- han provocado que me auto-confine, retrocediendo no sé si a la fase 1 o la fase 2, para no soportar el deprimente espectáculo de ciudadanos con bozal por calles apenas transitadas o perfectamente transitables guardando las distancias necesarias con los demás.

Esta mañana, en Facebook, he visto y escuchado la entrevista que Iker Velasco le hacía a Ibon Muñoz, factótum del Super Amara Bidasoa Atletiko Taldea, el club mejor gestionado de Gipuzkoa, en mi opinión, que organiza carreras populares como, en orden cronológico: Media Maratón + 10 K de Irun (febrero), Millas por la Salud Mental (cancelada), Subida a San Marcial (cancelada), Cross Popular de Santiago (cancelada), Subida a Guadalupe (septiembre), Txingudi Korrika (octubre), Cross Ciudad de Irun (noviembre) y Gabonetako Krosa (diciembre).

Dice Ibon Muñoz en esa entrevista que quieren celebrar la Subida a Guadalupe y que esperan contar con hasta 500 participantes, que saldrían de forma escalonada. Están trabajando en los protocolos y ajustando los presupuestos, esperando conseguir los permisos necesarios, a la vez que conscientes de que todo se puede ir al traste por una decisión de última hora de la autoridad competente… o quizá también incompetente. Esto último lo digo yo.

Para mí, es lacerante al tratamiento que está sufriendo el deporte de base en esta desescalada, en la que se pueden celebrar festivales de Jazz y abarrotar terrazas, pero hay limitaciones para la utilización de instalaciones al aire libre, como las pistas de atletismo, y las piscinas están prácticamente vacías.

¡Ojalá! se pueda celebrar esa Subida a Guadalupe. ¡Ojalá! no se produzca ninguna incidencia que dé pie a nuevos abusos de poder. ¡Ojalá! podamos contribuir a que clubes ejemplares como el Super Amara Bidasoa Atletiko Taldea puedan cumplir con una misión tan noble como la difusión del atletismo en la comarca del Bidasoa y la prestación de servicios orientados al fomento de la actividad física para todos los segmentos de la población.

Apuesto a que todos estaríamos mucho más sanos y podríamos enfrentarnos mejor a la amenaza del Covid-19.

Hoy no era mi día

‘Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes, en actos.’ (Gustave Le Bon)

 

Hoy no era mi día. Lo he sentido mientras calentaba y antes de llegar al primer kilómetro del noveno rodaje-competición dominguero, al que hemos comparecido diez de los ya habituales.

 

Hasta el giro del Aquarium hemos llegado todos juntos, pero yo con muchas dificultades; y eso que íbamos algo más lentos que el domingo pasado. Desde ahí, se han formado tres grupos.

 

Por delante, Javier Colomo y Antxon Korta; en medio el cuarteto formado por Norman Cuenca, Xabier Zaldua, Iñigo Urresti y Mikel Garmendia; por detrás, Iulen Ibáñez, Juan Car Arregui, Andoni Torres y yo, haciendo la goma.

El segundo kilómetro en 4:29 ha sido un espejismo y a partir de ahí la mayoría me han salido por encima de 4:40, que ha sido la media final, tras correr 13,23 km en 1:01:45.

En la rotonda de Correos (km 8) el grupo de Norman ha dado un par de vueltas. La primera para esperarnos y la segunda para darnos ventaja, primero, y caza, después. En ese momento, Juan Car se ha ido con ellos y Andoni lo ha intentado, dejándome por momentos con la única compañía de Iulen. Al final, Andoni nos ha esperado y hemos llegado los tres juntos.

 

Después de dos domingos rozando los 45 minutos en algunos parciales de 10 kms, hoy mi mejor parcial ha sido de 46:33. Hacía calor y también mucha humedad, pero no más que el domingo pasado. Lo que no estaban igual eran mis piernas. Aunque ha sido una semana tranquila de ritmos, no lo ha sido de kilómetros. Llevaba 86 a ritmos más lentos y con los 13 de hoy he llegado a 99.

 

Son estos días en los que no vas los que te fortalecen física y mentalmente. No hay que buscar excusas, hay que terminar la faena y después analizar para actuar en consecuencia.

 

Esta es la comparación de mi mejor domingo, el 12 de julio, bajo un diluvio, y hoy:

 

Km	12-Jul	26-Jul
1	0:04:46	0:04:45
2	0:04:37	0:04:29
3	0:04:29	0:04:42
4	0:04:32	0:04:38
5	0:04:28	0:04:36
6	0:04:33	0:04:43
7	0:04:21	0:04:43
8	0:04:29	0:04:39
9	0:04:27	0:04:41
10	0:04:38	0:04:47
11	0:04:29	0:04:35
12	0:04:35	0:04:42
13	0:04:44	0:04:43
Fin	0:01:08	0:01:02
	1:00:16	1:01:45

 

El domingo que viene estaré fuera y puede que me tome un pequeño descanso desde el miércoles, para empezar el 3 de agosto con un objetivo a la vista: el maratón del 29 de noviembre.

La respuesta de los chavales

‘Hay interés por ver la respuesta de los chavales. Y de las chavalas, la verdadera vanguardia. Nos dejáis un mundo de mierda y además os habéis gastado nuestro dinero de los próximos veinte años con esta historia del coronavirus. Paro y una factura es lo que nos dejáis. O.K. Pues por lo menos tened la decencia de permitirnos hacerlo a nuestra manera.’

Esta es uno de los párrafos de la columna que hoy escribe Iñaki Izquierdo en El Diario Vasco, que titula El cuarto Martini. El pasado sábado (18 de julio) escribía otro artículo, que titulaba Discrepar es un privilegio. Si lo podéis rescatar, os lo recomiendo, como todo lo que estoy leyendo últimamente de este periodista, al que yo hacía de deportes, que es de las pocas voces que se sale del pensamiento único que nos quieren imponer por tierra mar y aire.

La sociedad instalada, la que formamos pensionistas, funcionarios y quienes disfrutan de un buen y ¿seguro? nivel de ingresos ha hipotecado el futuro de sus hijos y sus nietos, a la vez que les culpa de todos los males: … Los jóvenes siempre han tenido la culpa de todo. Gente sin cabeza ni fundamento. Es la historia de la humanidad. Y con esas pintas, además…’ –sigue diciendo Iñaki Izquierdo.

Quienes cobramos una pensión olvidamos que esa pensión sale de las cotizaciones de los que están trabajando ahora, lo mismo que nuestras cotizaciones sirvieron para pagar las pensiones de nuestros padres y nuestros abuelos. Si seguimos así ¿habrá alguien que pague las pensiones de nuestros hijos y nuestros nietos?

Termino con otro párrafo del artículo: ‘La cosa empieza a pintar bien. Pinta bien porque se está culpando de todo a los jóvenes, lo que conseguirá que se rebelen y, al fin, esa energía hará despertar a la sociedad. La juventud dará una patada en la puerta, a la manera clásica, y a ver qué pasa.’

 

Ya están tardando.

El mal de Corcira

La décima novela de Bevilacqua y Chamorro, duodécimo título de la serie, es la más extensa de todas. Tiene más de quinientas páginas que he devorado en menos de una semana. Es perfectamente reconocible el estilo de su autor, Lorenzo Silva, y de la mano del ya veterano subteniente Vila nos conduce por varios escenarios y espacios temporales que dan consistencia a la trama.

Los detalles de la investigación de un asesinato están aderezados y complementados por las circunstancias personales de la víctima, un tipo con muchas caras y no menos aristas. Lo que parece una pesquisa rutinaria se va complicando a medida que van saliendo nuevos datos, opacados al principio y que van aflorando por la perspicacia de los sabuesos pikoletos y las dudas, que son siempre la antesala del progreso. 

La novela ni esconde ni se solaza demasiado en el panorama sociopolítico de Euskadi en los años de plomo de finales del siglo XX, que aborda desde el punto de vista de un Guardia Civil y que, a mi modo de ver, están mejor recogidos en Patria, la novela de Fernando Aramburu, acudiendo, siempre en mi opinión, a lugares comunes y a simplificaciones de una situación mucho más compleja que la que yo he percibido de la lectura de la novela.

Dicho eso, es una novela negra y el contexto socio-político no deja de estar en un segundo plano mientras los focos se dirigen a la investigación del crimen.

No faltan en la novela la fina ironía del protagonista, su capacidad de reírse de sí mismo y de cuestionarse sus acciones, reflexiones sobre la condición humana y un ritmo narrativo que mantiene al lector ávido de descubrir lo que le espera en el siguiente capítulo.

 

Odei Jainaga vuelve

Mientras en Gipuzkoa –por fin- las competiciones atléticas arrancarán el 30 de julio, en Navarra ya llevan tres jornadas y el 29 tendrán la cuarta.

En la tercera, celebrada ayer en Pamplona, teniendo como escenario el estadio de Larrabide, destacó, por encima de todos, el eibarrés Odei Jainaga, que lanzó la jabalina a 80,39 metros, su segunda mejor marca de siempre, que vale nada menos que 1107 puntos IAAF. 

Después de pasar un calvario con las lesiones, este joven atleta (22 años) vuelve a la primera línea. Atentos a su evolución.

 

Las y los atletas del Tolosa siguen siendo mayoría entre los gipuzkoanos que se animan a competir, como vemos en los siguientes cuadros masculino y femenino.

 

Prueba	Atleta	Club	Marca
800 m	Gwendal Larque	B.A.T.	2:02.91
800 m	Víctor Yanguez	Atlético SS	2:06.42
100 m v	Imanol Egidazu	Eibar	14.14
110 m v	Julen Martín	Tolosa	16.18
Jabalina	Odei Jainaga	Real Sociedad	80.39
Prueba	Atleta	Club	Marca
800 m	Izaro Perurena	Tolosa	2:20.76
800 m	Ainhoa Murua	Tolosa	2:26.99
Altura	Eunate Mz. de Rituerto	Tolosa	1.63

 

Zuru deja la Real

El Diario Vasco nos tiene acostumbrados a incluir en sus portadas noticias de mayor o menor interés relacionadas con la Real Sociedad. 

Ayer martes, pudimos ver la foto de David Zurutuza, cargando una voluminosa mochila y luciendo -¡cómo no!- la mascarilla reglamentaria, saludando a la cámara con su mano derecha, mientras que con la izquierda sujeta un paquete. El pie de foto rezaba así: Zurutuza abandona ayer el restaurante Zuberoa, al que acudió para despedirse en una comida del club y de sus compañeros'. El título de la noticia es: 'Zuru deja la Real y se lleva el afecto de todos'. 

Sea por su planta física, por su cara, por ser pelirrojo, incluso por su forma de moverse es un futbolista que llama la atención. En los 11 años que ha jugado en la Real Sociedad, participando en 303 partidos, le recuerdo alguno espectacular... y muchos más, desde mi modesta percepción,  anodinos e insustanciales; pero, sobre todo, le recuerdo por los partidos que ha dejado de jugar en esos 11 años que ha estado en la nómina del primer equipo de la Real Sociedad, mortificado por las lesiones. Siendo un jugador con llegada, ha marcado 22 goles en esos 11 años. Sale una media de dos goles por temporada.

Ya sé que las comparaciones son odiosas. Ya sé. Traigo aquí los datos de un jugador de su generación, tres años mayor, ya retirado, Xabi Prieto, que jugó 15 años en la Real Sociedad, disputando 530 partidos y marcando 74 goles. Ahí lo dejo.

No tengo datos para saber si fueron sólo las lesiones las que hicieron que un jugador con el potencial de Zurutuza se haya quedado, sólo, con el afecto de ¿todos? Yo me he quedado con las ganas de saber hasta dónde podría haber llegado de haberse planteado su carrera con más determinación que la que he podido apreciar. Pero igual estoy equivocado.

Lo que puede tapar un gol

El Diario Vasco de ayer abría su portada con este titular: A EUROPA EN UN GRAN AÑO, sobre una foto de los jugadores de la Real Sociedad celebrando el empate a un gol en el campo del Atlético de Madrid, que situaba al equipo en la sexta plaza de La Liga, con 56 puntos, los mismos que el Granada (7º) y dos más que el Getafe (8º).

¿Cuál hubiera sido el titular si Januzaj no marca ese extraño gol del empate, en el minuto 87… y si el Getafe no hubiera perdido el partido en el minuto 99, tras fallar antes un penalti? La Real Sociedad habría acabado en octava posición, quedándose fuera de Europa y con un paupérrimo balance de puntos tras volver a la competición después del confinamiento.

 

Es verdad que hasta que se paró la competición estaba siendo un gran año, con el hito de alcanzar la final de la Copa, pero en los 11 partidos que quedaban por jugar, la Real Sociedad solo ha conseguido 10 puntos: 2 partidos ganados, 4 empates y 5 derrotas ante Real Madrid, Granada, Getafe, Alavés y Celta.

 

56 puntos en 38 partidos dan una media de 1,47 puntos por partido. Una media realmente pobre en una Liga en la que la permanencia ha estado más barata que nunca: 37 puntos.

Tengo dudas de que ese extraño gol de Januzaj le haya venido bien al equipo, porque puede encubrir las debilidades que han aflorado en esos 11 partidos, como la condición física y la concentración defensiva, entre otras.

 

El domingo, tras hacer un buen partido y haber merecido el empate, quizá hubiera sido mejor perder y reflexionar, porque se aprende mucho más de las derrotas que de los éxitos.

Éxodo de atletas gipuzkoanos

Mientras en Gipuzkoa seguimos sin competiciones, los navarros ya llevan dos y tienen varias más programadas.

 

El sábado, en Pamplona, varios atletas gipuzkoanos, con mayoría del Tolosa, se fueron hasta Pamplona para competir en la renovada pista de Larrabide.

 

Estos fueron sus resultados:

 

Prueba	Atleta	Club	Marca
400 m	Jon Ander Aurkia	Tolosa	52.24
400 m	Víctor Yaguez	Atlético SS	54.72
400 m	Ainhoa Murua	Tolosa	1:03.78
1.500 m	Alexander Oiarbide	Pamplona	4:05.60
1.500 m	Gwendal Larque	B.A.T.	4:12.20
Pértiga	Ander Mz. de Rituerto	Tolosa	4.10
Pértiga	Unai González	Atlético SS	3.60
Pértiga	Mario Estanga	Tolosa	3.60
Pértiga	Asier Añorga	Gim. Ulia	3.20
Pértiga	Mikel Campon	B.A.T.	xxx 4.60

 

Las dos carreras de 1.500 metros tuvieron vencedores de la élite del atletismo español, como la navarra Maitane Melero (4:25.09) y el obstaculista Sebastián Martos (3:46.17).

Y en Francia también siguen compitiendo. El domingo, Sara Alonso corrió un 5.000 en Baiona, acabando en 17:44.69. Me cuenta que estaba entrenando bien y que pensaba hacerlo mejor. Salió a ritmo de 3:30 y al verse fácil se fue para adelante al paso por los 3.000 metros. Llegó bien al 4.000, pero el último kilómetro se le hizo eterno y notó la falta de pista, en la que no competía desde el invierno. En todo caso, es marca personal, que la coloca 17ª en el ranking de Gipuzkoa de todos los tiempos. Seguro que en el futuro mejora de largo esa marca, cuando le coja el punto a la distancia, para mí, la más difícil de todas la de fondo a la hora de acertar con el ritmo.

 

Mientras en Gipuzkoa seguimos sin conocer el calendario, en Navarra hay programadas competiciones para el 22 y 29 de julio, 5,15, 22 y 23 de agosto.

Octavo domingo: 8 hombres sin piedad

El reencuentro de viejos amigos, el domingo 31 de mayo, después de meses sin vernos, va por la octava edición. Si entonces fuimos tres: Iulen Ibáñez, Iñaki Peña y yo, hoy hemos sido 11: 8 hombres sin piedad (dicho sea con todo aprecio que os tengo), 2 fieles escuderos y el que suscribe, un tipo a punto de cumplir 65 años, que se resiste a que le traten como un viejo... o como un niño.

Este octavo domingo consecutivo se han estrenado Andoni Torres, que ha venido desde Orio, Joseba Altube, Iker Velasco, desde Irun y Mikel Garmendia, desde Urnieta. Tras su boda en Galicia, ha vuelto Iulen Ibáñez, que lleva siete convocatorias. También ha vuelto Antxon Korta, después de su 17:34 en el 5.000 que corrió en Mintxeta el domingo pasado. Y seguimos contando con la sabia guía de Juan Car Arregi.

Ha repetido Javier Colomo, y han vuelto Norman Cuenca y Emilio Cajete. Conmigo, el lastre de este grupo, ya éramos once.

 

Han faltado Hoki (de vacaciones) y Maitane Guerrero y lástima que no se haya animado Eguzkiñe Zabaleta, a quien me encontré esta semana por la calle y me habló de que le apetecía acompañarnos. Siempre será un honor.

En la foto, de izquierda a derecha, Iker Velasco, Iuien Ibáñez, Emi Cajete, Andoni Torres, Joseba Altube, Mikel Garmendia y Norman Cuenca. Agachados, los abuelos: Javier Colomo y yo. Faltan Antxon Korta y Juan Car Arregi.

Hemos salido más rápido que nunca (4:39 el primer km) y yo iba bien en el grupo, pero antes del km 2, por el puerto, se me ha soltado el cordón de la zapatilla izquierda y me he tenido que parar para atármela. Ha sido una maniobra rápida y he tratado de volver al grupo, haciendo el segundo kilómetro en 4:25.

 

Como en esas etapas de abanicos, mientras el pelotón volaba, Emilio Cajete y Joseba Altube se han quedado a esperarme. El tercer kilómetro hemos marcado 4:33 y nos hemos quedado a poco más de diez metros del grupo, pero no hemos podido contactar. En la bajada a Ondarreta (km 4), pese a hacer ese parcial en 4:29, se nos han empezado a ir y poco a poco se han ido alejando.

 

Mimado por Emilio y Joseba, que además nos daba conversación, he ido aguantando como podía al lado de dos tipos que corren 10 kms en 37 minutos.

 

Al llegar a la rotonda de Correos, en Igara, hemos visto que Juan Car Arregi se había quedado y después también han debido perder contacto con la cabeza Iulen Ibáñez e Iker Velasco, que le ha esperado. Por su parte, como es habitual, Antxon Korta se ha parado en la zona de las Universidades.

El cuarteto de cabeza ha terminado en poco más de 58 minutos y los tres de cola hemos acabado en 1:00:19, casi el mismo tiempo que el domingo pasado, corriendo algún metro de más, porque hemos arrancado antes.  El Garmin me ha dado 13,27 kms. Y mi frecuencia cardiaca media ha sido de 166, por 160 el domingo pasado. Hoy hacía mucho calor (18º a las 8:00) y lo hemos notado. Mejor el diluvio. 

Después del rodaje (para ellos), Mikel Emi y Norman se han dado un baño.

Sigo cerca de bajar de los 45 minutos en 10 kms; y mi mejor parcial hoy ha sido de 45:13, entre el km 2 y el km 11.

A ver si el domingo que viene, novena convocatoria, lo consigo. Os esperamos.

Aquí tenéis los parciales de los últimos cinco domingos:

 

Km	21-Jun	28-Jun	5-Jul	12-Jul	19-Jul
1	0:04:59	0:04:56	0:04:51	0:04:46	0:04:39
2	0:04:53	0:04:52	0:04:44	0:04:37	0:04:26
3	0:04:41	0:04:42	0:04:30	0:04:29	0:04:33
4	0:01:00	0:00:58	0:01:00	0:01:00	0:01:13
	0:03:33	0:03:38	0:03:33	0:03:32	0:03:16
5	0:04:39	0:04:36	0:04:31	0:04:28	0:04:31
6	0:04:42	0:04:41	0:04:46	0:04:33	0:04:42
7	0:04:30	0:04:37	0:04:31	0:04:21	0:04:29
8	0:04:36	0:04:33	0:04:34	0:04:29	0:04:34
9	0:04:33	0:04:35	0:04:33	0:04:27	0:04:12
10	0:04:36	0:04:36	0:04:34	0:04:38	0:04:29
11	0:04:29	0:04:33	0:04:35	0:04:29	0:04:48
12	0:04:35	0:04:34	0:04:34	0:04:35	0:04:36
13	0:04:35	0:04:37	0:04:38	0:04:44	0:04:39
Fin	0:00:57	0:00:54	0:00:59	0:01:08	0:01:12
	1:01:18	1:01:22	1:00:53	1:00:16	1:00:19

El Garmin se ha debido volver loco entre los kilómetros 9 y 11, porque no me constan esos cambios de ritmo y menos con tan buenas liebres como Emilio y Joseba.