Con este título tan contundente, Luis Garicano, catedrático de Economía de la London School of Economics, escribía un
durísimo artículo en El Mundo el pasado 10 de febrero. Os recomiendo su
lectura.
El 12 de febrero, en Los Desayunos de TVE, el propio
Luis Garicano era entrevistado por varios periodista. Si os animáis a verla, son
24 minutos muy bien empleados.
Como también están bien empleados los 4 minutos (aparte
publicidad) que dura el video con la intervención de Beatriz Talegón,
secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas,
criticando a los líderes de la Internacional Socialista, reunidos en un lujoso
hotel de Cascais.
¿Hasta cuándo vamos a tolerar los ciudadanos esos
comportamientos? ¿Vamos a seguir dejando que áreas tan sensibles como Justicia,
Sanidad y Educación estén dirigidas por personas que no acreditan los
conocimientos técnicos necesarios?
De la misma manera que en el ámbito de la empresa
privada y/o en cualquier actividad en la que exista competencia -el deporte es
un claro ejemplo- para acceder a determinados niveles hay que
acreditar conocimientos, habilidades y experiencia, se miden los resultados y se
evalúa en función de esos resultados; también en el ámbito de la Administración
Pública deben primar la meritocracia frente al amiguismo, la objetividad frente
al partidismo y la asunción de responsabilidades frente a la
impunidad.
Como dice Luis Garicano: 'El que paga por la
prosperidad aceptando indecencia, termina sin prosperidad y sin decencia'.
¿Qué vamos a hacer, cada uno de nosotros, en su ámbito de actuación e influencia
para tener una conducta simplemente decente?
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