Mientras la prensa
española sigue haciendo las cuentas de la lechera con las medallas, cuando sólo
tiene una, y de bronce, los polacos consiguieron su tercera medalla de oro, gracias a un
último lanzamiento de Paulina Guba,
que con 19.33 metros superó los 19.19 de la favorita, la local Christina Schwanitz.
El gladiador alemán
Arthur Abele, a sus 32 años,
consiguió su primer gran triunfo internacional, tras sumar 8431 puntos en el
Decathlon, favorecido, sin duda, por la retirada del gran favorito, el francés Kevin Mayer, tras sus tres nulos en el
salto de longitud, en la segunda prueba del programa. El español Jorge Ureña, 24º del ranking con 7934
puntos, acabó 16º con 7208, penalizado por los tres nulos en el salto con pértiga.
Sin ese cero, hubiera podido pelear con argumentos para conseguir plaza de
finalista (entre los 8 primeros).
También hubo
presencia española en la final de 10.000 metros, ganada sin discusión por una
atleta israelí de raza negra: Lonah
Chemtai Salpeter. Magnífica carrera de la navarra Maitane Melero, asidua
en el Velódromo en la temporada de invierno, 9ª con 32:52.59, a solo dos
segundos de su marca: 32:50.30, que era la 27ª del ranking. Y a los 35 años,
trabajando y siendo madre. Nuria
Lugueros (30 años) fue 11ª, partiendo con la 29ª marca del ranking. A eso
se le llama competir bien.
Grecia estrenó el
medallero con el oro en la longitud, gracias al penúltimo salto del joven Miltiadis Tentóglou (20 años), que se
fue hasta 8.25. Fue
un concurso discreto, con solo cinco atletas por encima de los ocho metros.
El lituano Andrius Gudzius y el sueco Daniel Stahl se alternaron en la cabeza
del concurso de lanzamiento de disco, resuelto a favor del primero, con un
último latigazo que llevó el artefacto a 68.46 metros, 23 cm más que los que
había lanzado el sueco en el cuarto.
Espectaculares las
semifinales de 400 metros, con un baño de realidad sobre las posibilidades
reales de Óscar Husillos, segundo en
su serie, con acceso directo a la final y la peor marca de los ocho: 45.17. No
le veo en la lucha por las medallas. Me impresionó el noruego Karsten Warholm, especialista y finalista también en 400 vallas, que ganó
su serie con enorme facilidad y una marca de 44.91. Tremendo lo de este atleta.
Bruno Hortelano ganó su serie de
los 200 metros y estará por tanto en la final de esta noche, en la que creo que
tendrá muy difícil repetir el oro de Amsterdam 2016. El turco Ramil Guliyev, campeón mundial, es un
gran competidor y el rocoso suizo Alex
Wilson corrió en 20.16, por 20.29 del español, al que me dio la sensación
de que le sobraba menos de lo que quiso aparentar. Veremos.
En el capítulo de
las decepciones, la eliminación de una de mis atletas favoritas, la checa Zuzana Hejnová, doble campeona mundial
de 400 metros vallas (2013 y 2015), que cumplirá 32 años en diciembre. Con
56.03, se quedó fuera de la final (13ª), cuando partía como quinta del ranking,
con 55.16. La echaré de menos.
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