jueves, 31 de agosto de 2023

XLIII Carrera Pedestre Ciudad de Corella

El domingo 27 de agosto se celebró la XLIII Carrera Pedestre Ciudad de Corellapor un circuito urbano de 5.500 metros. 


La organización daba premios de 150 €, 100 € y 50 € a las tres primeras y los tres primeros clasificados.

Abdelkader Al Gham (Pamplona), segundo el año pasado, fue claro ganador, por delante de  los riojanos Miguel Monforte y Héctor Miguel Fuertes

Paula Flamarique (Pamplona), también segunda el año pasado, fue la primera de las 12 mujeres clasificadas. Arancha Tejero (Borja), que veía de ganar el viernes en Ablitas, entró segunda. Tercera fue la local Miriam Izal.

Así quedaron los 60 clasificados:







 

XL Agerrako Kros Herrikoia. Luis Mª Apeztegia Oriogarria

Los hermanos Mikel y Ander Aramendi, dos chavales sanjuandarras de 17 años, de los más prometedores atletas vascos, entrando de la mano, como el año pasado, repitieron victoria en el XL Agerrako Kros Herrikoia. Luis Mª Apeztegia Oriogarria, celebrado el pasado sábado 25 de agosto. Los vemos en la foto de abajo, en una carrera popular celebrada en Donostia.

La carrera tuvo como escenario el barrio de Agerra de Bera de Bidasoa, por un circuito urbano al que había que dar 4 vueltas hasta sumar una distancia de 5,8 kilómetros.

Tercero fue Xabier Sánchez y cuarto el local Gwendal Larque.

La irundarra Olatz Zabala también repitió su victoria de 2022, seguida por Jone Galán y Ane Petrirena.

Más de cien corredores participaron en las carreras para todas las edades y los 25 que siguen son los aparecen en la clasificación de la carrera senior.






























Seguimos en Navarra, del sur al norte.

XXV Cross Virgen del Rosario. Ablitas

Programado inicialmente para el sábado 19 de agosto, el XXV Cross Virgen del Rosario de Ablitas (4.800 metros) se aplazó, por las altas temperaturas, al viernes 25.

Se clasificaron 95 hombres y 34 mujeres, mejorando los 129 del año pasado.


Los ganadores fueron Zambanou Doucouré y Arancha Tejero, segundos el año pasado.

El primero venía de ser segundo el domingo anterior en Ribaforada y Arancha Tejero de ganar esa misma carrera.


Abajo vemos la relación de los 50 primeros clasificados y arriba las fotos del podium masculino y femenino.



miércoles, 30 de agosto de 2023

XXXIV Joya de San Bartolomé. Ribaforada

El domingo 20 de agosto se celebró en Ribaforada la XXXIV Joya de San Bartolomé, sobre la distancia de 5.600 metros.

Se clasificaron 124 hombres y 32 mujeres.

Ganó Vicente Viciosa, un chaval de 23 años, de Valladolid, hijo del mítico Isaac Viciosa, con marcas como 3:46.43 en 1.500 metros, a quien, dado su nivel, resulta extraño ver en una carrera tan super-popular. ¿Cómo y por qué apareció por allí?

Segundo fue Zambanou Doucouré, un habitual, a quien vemos en la foto con el ganador, y tercero Asier Gutiérrez.

Arancha Tejero, otra habitual, ganó por delante de Leticia Acereda y Ariane Martínez.

Abajo los 50 primeros clasificados:





Aste Nagusia XXV Hiri Krosa. Bilbao

El viernes 25 de agosto, día grande de la Aste Nagusia de Bilbao, se celebró la XXV edición de su Hiri Krosa.

La carrera sale y llega de la calle de la Viuda de Epalza, cerca de la iglesia de San Nicolás. Tras atravesar el puente del Arenal, recorre la orilla de la ría, hasta el Museo Marítimo, donde gira para volver al punto de partida, tras completar 6 km.

Se clasificaron 607 hombres y 226 mujeres, lo que da idea del arraigo y del tirón popular de la carrera

Ganó el cántabro Diego Cuadrado, repitiendo sus victorias de 2018 y 2021. Tiene 32 años y marcas como 3:44.96 en 1.500 metros (2021), 8:14.68 en 3.000 (2021), 13:58.36 en 5.000 (2021) y 29:55.97 en 10.000 metros. 

Segundo fue Unai Ibarra (Arrasate) y tercero, igual que al año pasado, Gontzal Bilbao (Santurtzi). Un podium de muy buen nivel.

La mediofondista Adriana De Prado, que este año ha corrido los 800 metros en 2:15.46, fue clara ganadora, por delante de Andrea Mediero y Ane Miren Taibo.

Abajo vemos a los 100 primeros clasificados, con muchos nombres conocidos.















































































































martes, 29 de agosto de 2023

Campeonas del Mundo #SeAcabó

El domingo 20 de agosto, por la mañana, estaba en casa viendo por la tele la jornada matinal del Campeonato del Mundo de Atletismo de Budapest 2023. A las 12:00, cambié de canal para ver la final del Campeonato Mundial de Fútbol entre las selecciones femeninas de Inglaterra y España. Mi mujer se sentó a mi lado en el sofá para seguir el partido, mientras yo, a la vez, buscaba en mi PC rtve play para seguir con el Mundial de Atletismo.


Las heptatletas seguían con el lanzamiento de jabalina y se sucedían las series clasificatorias de los 100 metros femeninos y los 110 metros vallas, mientras las inglesas estrellaban un balón en el larguero, Olga Carmona marcaba el gol de la victoria de España, culminando una gran jugada de todo el equipo, aguantábamos impacientes la decisión del VAR sobre el claro penalti que falló Jenni Hermoso y sufríamos en la eterna prórroga decretada por la árbitra americana Tori Penso. Por cierto, fui trece años árbitro de fútbol y cuando veo jugar a las chicas siento envidia de su comportamiento, infinitamente más deportivo que el de los chicos.

Cuando pitó el final, mi mujer y yo lo celebramos como lo merecía y por lo que significaba. 

Dejamos la sala con la tele puesta y nos fuimos a comer a la cocina, sin dejar de atender, a lo lejos, la celebración de las futbolistas españolas. Como la cosa se prolongó, nos dio tiempo a ver la ceremonia de entrega de medallas y trofeos. Y ahí empezó el mosqueo, primero, y el cabreo, después.

No vimos las imágenes de Rubiales en el palco -repetidas después hasta el hastío- pero nos desagradó el protagonismo adoptado por el presidente de la RFEF y los achuchones -por decirlo de una forma suave- que dispensaba a todas y cada una de las futbolistas, robándoles el protagonismo y excediendo de largo el papel institucional que le corresponde.

Por la tarde, yo seguí con el atletismo y ya a la noche empecé a escuchar en la radio las primeras reacciones al tristemente célebre 'pico' de Rubiales a Jenni HermosoEn vez de hablar del éxito histórico de 23 mujeres, todo el mundo hablaba del comportamiento machista y casposo de un personaje tan impresentable como Luis Rubiales. Y no es de ahora. Baste recordar su estreno, despidiendo al entonces seleccionador Julen Lopetegi, en pleno Mundial de Rusia 2018, y los sucesivos escándalos que han jalonado su mandato, de los que, hasta ahora mismo, siempre había salido indemne.

El lunes, Manuel Jabois, en el País, publicaba este magnífico artículo. Lo mejor que he leído en estos diez días: Rubiales aún no sabe qué está pasando.

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, agarró la cabeza de Jenni Hermoso, una de las futbolistas de la selección, en plena fiesta por el Mundial, y le dio un beso en los labios. La noticia es espectacular en su impresionante contexto y merece minuciosas consideraciones.

Un Mundial femenino de fútbol es, además de una competición deportiva, un acontecimiento político repleto de tantas y tan delicadas reivindicaciones que, si le cuentas a alguien que el máximo mandatario de la selección ha besado sin permiso en la boca a una de sus jugadoras, cree que es un chistecillo malo de Benny Hill. Pero el chistecillo se ha llevado por delante la repercusión deportiva de una victoria histórica; un hombre fuera del campo y fuera de sí, plantando besos sin parar y agarrándose la entrepierna como señal indiscutiblemente masculina de victoria, robándole las cámaras a muchas mujeres que ganaron dentro. Y aquí estamos, otro siglo más.


Es natural que, en su primera intervención en la cadena Cope, Rubiales haya insultado a todo el mundo que se ha metido con él entre risas de sus entrevistadores, más perdidos aún que él. Son las declaraciones de una persona que se considera incomprendida por parte de unos supuestos márgenes de la sociedad que no saben de qué va el mundo, y lo siente así porque es poderoso, porque reparte prebendas, porque se rodea y se deja entrevistar por gente que, como él, cree que los que van en dirección contraria son los otros. Pero el deporte femenino sigue teniendo un espíritu político que no tiene el masculino por tratarse del poder establecido y hegemónico; cualquier disturbio político en el primero, como el protagonizado por Rubiales, debe tener consecuencias políticas a la altura, como su destitución fulminante. Se trata de una selección de fútbol, no de un circo ambulante con el que perpetuar precisamente lo que se combate.


El verdadero problema es que Rubiales no tiene ni idea de que ha hecho algo mal, Rubiales no supo que había hecho algo mal minutos después cuando bajó al vestuario y bromeó con que se casaba con Jenni Hermoso, ni por la noche cuando dijo que los que lo criticaban eran imbéciles, ni mucho menos cuando hoy publicó un vídeo pidiendo disculpas. En ese momento ya no tenía ni idea de nada en absoluto: ni de por qué está mal besar en la boca a una mujer porque te da la gana, ni de por qué estaba pidiendo disculpas por ello.


Y ese es el origen de tanto problema relacionado con el abuso: cómo actuar si se percibe que de la otra persona se puede disponer festivamente y justificarlo con euforia sabiendo —sobre todo sabiendo— que a esa persona te une un vínculo que obliga a cortesías desagradables. La cuestión no es tanto hacer algo mal, como no saber cuándo se está haciendo. Lo primero es culpa de uno; lo segundo, de un universo moral construido a lo largo del tiempo muy detalladamente que ha hecho creer a Rubiales que eso no está mal, que eso es natural, que quien se ofende tiene un problema con la alegría o el amor.


Son los que están quitando hierro o directamente aplaudiendo a Rubiales agarrados a unas costumbres entre las cuales está disponer con euforia del cuerpo de alguien siempre que sea subalterno y del sexo débil, algo simpático incluso si se produce en el marco de una celebración; a los jefes no se les ha visto nunca plantarles un beso en la boca ni siquiera cuando los despiden. Tampoco vamos a saber, me temo, si les seguiría pareciendo bien que ese señor le diese un beso en la boca sin permiso a sus hijas. Aunque es de suponer que todos los que se declaran feministas porque tienen hijas y tienen madre, ejercen sólo cuando ellas están presentes.


En estos diez días hemos asistido a episodios tan lamentables y vergonzantes como la ¿entrevista? en la cadena COPE del periodista Juanma Castaño a Rubiales, en la que éste insultaba a diestro y siniestro a quienes le criticaban, y aquel le reía las gracias. A la inenarrable Asamblea Extraordinaria de la RFEF del pasado viernes 25, con la incalificable -sin perder el decoro- intervención de Rubiales, jaleado a aclamado por muchos se los asistentes, entre ellos los seleccionadores Luis De la Fuente y Jorge Vilda. A la reacción del Gobierno y del Consejo Superior de Deportes. Y, por fin, a la decisión de la FIFA, inhabilitando a Rubiales. ¿Qué otra cosa podían hacer?


El domingo 27, en Noticias de Gipuzkoa, Pablo Muñoz publicaba un artículo titulado 'La soberbia de un gañán con poder' que, a mi modo de ver, define a la perfección al personaje.


Las chicas ganaron. Campeonas del mundo, nada menos. Quizá porque no se lo esperaban tiene más mérito el título y, en este país que celebra los triunfos deportivos como si fueran glorias apoteósicas, las chicas confiaban en que la gesta iba a ser mediáticamente intensa y duradera que, por fin, la calle iba a aclamar y comentar cómo también las mujeres han sido capaces del máximo éxito en una disciplina deportiva tan protomachista, tan ranciamente masculina como el fútbol. Pero apareció en escena un baboso, y estropeó la fiesta. De aquellas jóvenes, tan capaces, tan empoderadas, tan ilusionadas, casi se dejó de hablar veinticuatro horas después de recibir el trofeo de su vida.


Luis Rubiales, como presidente de la Federación Española de Fútbol, estaba en el palco, con las autoridades, o sea, la reina, la infanta, el ministro y unos cuantos prebostes y enchufados. Luis Rubiales, en pleno lance y cara al público, ya apuntó maneras cuando celebraba el segundo gol de “sus chicas” echándose la mano a la huevada, ¡toma moreno!, en una provocadora señal de chulería. Luis Rubiales, todo un personaje, llegó a la presidencia de la Federación para forrarse y con la promesa de que quienes le apoyasen también se forrarían. Menos que él, claro, porque 1.850 euros al día, más casoplón, mas dietas, más participación en negocios futboleros solo o en compañía de otros, es bicoca que no está al alcance de cualquiera.


Luis Rubiales, personaje turbio cuyo currículum no pasó de futbolista de medio pelo, es el típico hombrecillo macho-machote venido a más que se endiosó con el cargo y nunca se tomó en serio el fútbol femenino. Pertenece a esa especie viejuna de no evolucionados que llama “guapas” a las jugadoras, pide la cuenta como “la dolorosa” y se refiere a su pareja como “la parienta”. Luis Rubiales se cree presidente con derecho de pernada y, a saber por qué la elección, cuando llegó a la felicitación la jugadora Jenni Hermoso, le plantó un beso en todos los morros. Millones de telespectadores pudieron ver y alucinar tanto el beso no consentido como la desafiante tocada de entrepierna.


Luego, cuando se armó la que se armó, aún tuvo le desvergüenza de casi ordenarle a la chica avasallada que firmase con él un documento de pelillos a la mar, casi de consentimiento en el atropello, la efusión del momento. La Jenni, bendita sea, le dejó con el documento al aire y que cargue con las consecuencias. Y ahí quedó Rubiales, entre sobrado y acojonado, esperando que amainase la tormenta. Pero no escampó. La foto del beso forzado y la de su apretón de huevos en el palco han hecho historia, historia vergonzante de hasta dónde llegan la prepotencia y el abuso de poder.


Aunque Luis Rubiales comprobó que por su sobrada le caían todas las furias oficiales del averno futbolístico, cuando se vio abandonado por políticos, colectivos sociales y lameculos mediáticos, convocó a asamblea de federaciones sabedor de que a ella acudirían mayoritariamente sus presidentes incondicionales, deudores de favores prestados. Ante sus devotos, pronunció un discurso altivo, chulo, misógino y soez, en el que culpó de su infortunio al “falso feminismo” y, en el colmo de la desvergüenza, a Jenni Hermoso con la que, según él, tuvo “un piquito consentido”. Ante su relato victimista y surrealista, los suyos, los leales de favores prestados y sumisión interesada, Rubiales vociferó que no pensaba dimitir, faltaría más. Y, enloquecido, anunció subida de sueldo a sus más leales. Todo ello ante el silencio sonrojante de buena parte del fútbol español. Ante semejante chulería, no queda otra que sea el propio Gobierno el que inhabilite a este elemento.


Tras esta historia lamentable, lo que sí ha quedado claro es que en eso del fútbol hay demasiado macho sin desbravar, demasiada prepotencia en las alturas, demasiada turbiedad en el desempeño de las funciones y demasiado oportunista de plantilla en cargos públicos, por deportivos que sean. A Luis Rubiales aún le quedarán favores que cobrar y amiguetes dispuestos a cubrirle las vergüenzas, porque los pillos con cargo público siempre flotan. Y como con mucha agudeza vaticina un twittero, “la Real Federación Española de Fútbol anuncia que Luis Rubiales será trasladado de diócesis”.


Soy muy escéptico respecto de un cambio en las estructuras del fútbol, algo muy parecido al crimen organizado, de la misma manera que creo que lo que han hecho estas 23 mujeres no tiene marcha atrás. 


Ellas y muchos de nosotros han dicho y hemos dicho #SeAcabó, ya basta. Recordaremos para siempre el gol de Olga Carmona en 2023, igual que el de Andrés Iniesta en 2010. Cata Coll, Ona Batllé, Irene Paredes, Laia Codina, Olga Carmona, Teresa Abelleira, Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Jenni Hermoso, Alba Redondo, Salma Paralluelo, Mariona Caldentey, Oihane Hernández, Ivana Andrés... se quedarán en nuestra memoria, lo mismo que futbolistas más próximas como Nerea Eizagirre o Amaiur Sarriegi, a quienes es posible que en un entorno menos tóxico, hubiéramos visto en el campo y en la foto de arriba. No olvidemos que una decena de futbolistas españolas renunciaron a la selección.


Nuestras hijas y nuestras nietas jugarán al fútbol o a lo que les de la gana y se expresarán en el campo, en las canchas y en las pistas.


Creo -ya lo he dicho más de una vez y antes de ahora- que esta dedicación-afición de las chicas al fútbol nos va a privar de excelentes atletas. Ahí está el ejemplo de Salma Paralluelo, una chica de 19 años, con una planta fantástica, que, con 15 años corría los 100 metros en 12.10 y con 17 años los 400 metros en 53.70.


Ella y todas las demás mujeres tienen en derecho de elegir y el derecho de ser respetadas, dentro y fuera del campo, las canchas y las pistas.


Y de ser reconocidas por sus éxitos, exactamente igual que los hombres.


Así que dejemos de hablar de Rubiales y hablemos de las futbolistas. Se lo han ganado.


lunes, 28 de agosto de 2023

Budapest 2023. Relevos 4x400

Como es tradición, los Relevos 4x400 cerraron el magnífico Campeonato del Mundo de Atletismo 2023, celebrado en Budapest.


En la final masculina, arrasó el equipo de los Estados Unidos. Segundo fue el cuarteto de Francia, con récord nacional, consiguiendo su única medalla de estos campeonatos, pese a la gran cantidad de atletas que hemos visto en las finales, superando a Gran Bretaña y Jamaica

Quinto fue el equipo de la India, que en las semifinales hizo récord de Asia (2:59.05). En esa semifinal, en el cambio del testigo entre el primer y el segundo atleta, el segundo relevista de España tropezó con el primer relevista indio, perdiendo toda posibilidad de clasificarse. La RFEA reclamó y el organismo competente, con buen criterio, a mi modo de ver, lo calificó como un incidente de carrera. 

El cuarteto español formado por Samuel García, Iñaki Cañal, Bernat Herta y Oscar Husillos, fue 15º con 3:02.64, mejor marca del año. 

Así quedaron las 8 selecciones finalistas:





















En la final femenina, ausente el equipo USA, descalificado en semifinales, la final se presentaba muy abierta. Con el corazón, creo que la mayoría apostaba por el triunfo de las atletas de los Países Bajos, especialmente por Femke Bol, campeona de los 400 metros vallas, que sufrió una aparatosa caída cuando, la primera jornada, peleaba por la victoria en el Relevo Mixto.


En la última posta, la rubia y espigada atleta holandesa tomó el relevo en tercera posición a tres o cuatro metros de la jamaicana y la británica. Dosificó bien sus fuerzas y en una recta final imperial, sobre la parrilla, dio buena cuenta de las dos. Las tres primeras entraron  en 32 centésimas.

Segunda medalla de oro de Femke Bol, que seria, para mí, la princesa del Campeonato, detrás de la reina: Faith Kipyegon.

Así quedó la final:






















El cuarteto español, formado por Eva Santidrián, Herminia Parra, Laura Bueno y Bárbara Clambor, fueron 15ªs en semifinales con 3:31.91.


Budapest 2023. 3.000 metros Obstáculos. Mujeres

Si excelente fue la final de ayer de los 800 metros femeninos del Campeonato del Mundo de Atletismo de Budapest 2023, sensacional fue la final de los 3.000 metros obstáculos celebrada a continuación.  


La carrera, liderada por la keniata Beatrice Chepkoech (32 años), campeona mundial en Doha 2019, llevando detrás a Winfred Mutile Yavi (23 años), que pasaba peor las vallas, pero que no cedía un metro, se rompió en la última vuelta, con un ataque demoledor de la segunda, que ganó con 8:54.29, marca personal y mejor marca mundial del año. Hizo los últimos 400 metros, con los correspondientes 4 saltos de vallas y 1 salto de la ría, en 1:08.61. 

A mas de 4 segundos, llegaba Beatrice Chepkoech y tercera era la también keniata Faith Cherotich (19 años), campeona mundial sub 20, con marca personal: 9:00.69.

Entre las 15 finalistas, nada menos que 3 récords nacionales, 3 marcas personales y 3 mejores marcas del año.

Estas fueron las 8 primeras:



Budapest 2023. 800 metros. Mujeres

El viernes, después de las semifinales de los 800 metros del Campeonato del Mundo de Atletismo de Budapest 2023, le puse un whatsapp  mi hijo dando como favorita para la final a la keniata Mary Moraa (23 años), tercera en el mundial de Eugene 2022.


Como era de esperar, la vigente campeona olímpica y mundial, Athing Mu (21 años) lideró el pelotón desde el principio, con Mary Moraa y la británica Kelly Hodgkinson a sus espaldas, pasando por los 400 metros en 56.01.

A falta de 100 metros, Athing Mu seguía en cabeza, con 19 centésimas de ventana sobre la keniata y 44 sobre la británica. 

En esos 100 metros, Mary Moraa se impuso con claridad, con marca personal (1:56.04) y llegó tan sobrada que hasta dio un brinco de alegría nada más cruzar la línea de meta.

Kelly Hodgkinson (21 años) fue otra vez segunda, como en los JJ OO de Tokyo 2021 y en Eugene 2022, mientras que Athing Mu se tuvo que conformar esta vez con la medalla de bronce.

Fue una gran carrera, con marca personal de tres de las ocho finalistas.







Budapest 2023. 5.000 metros. Hombres

Lo cortés no quita lo valiente. O viceversa. El pasado martes, al contar la final de los 1.500 metros del Campeonato del Mundo de Atletismo de Budapest 2023, manifestaba, a la vez, mi admiración y mi antipatía por Jakob Ingebritsen


Quizá, con el tiempo, llegue a serme simpático, pero ayer creció mi admiración por él y por su carácter competitivo. Aunque, a mi modo de ver, no ha llegado al cien por cien a este Campeonato, se va con una medalla de plata en los 1.500 metros y renovando su título mundial de Eugene 2022 en los 5.000 metros.

Fue una carrera muy táctica, en la que los atletas africanos no se animaron a imponer un ritmo capaz de descolgar a sus rivales. 

A falta de 300 metros, Mohamed Katir se fue decidido a ganar, sorprendiendo a Ingebritsen, que marchaba quinto. Les separaban 39 centésimas. A falta de 200 metros, el noruego ya era segundo y seguía a 39 centésimas de Katir. A falta de 100 metros, la ventaja se había reducido a 27 centésimas, un par de metros. ¿Serían suficiente?

Jakob Ingebritsen miró hacia atrás, el tercero venía a 64 centésimas y alguien pensó que se conformaba con la plata. Yo no. Sabía que pelearía hasta el final. Y ganó.

Sin desmerecer la gran carrera de Mohamed Katir, tácticamente impecable, sorprendiendo al noruego, en el cuadro que sigue analizamos la última vuelta de los dos atletas:




A mi modo de ver, se despejan todas las dudas.

Jakob Krop, segundo en Eugene 2022, en una carrera muy similar, fue esta vez tercero y el guatemalteco Luis Grijalva, otra vez, acabó cuarto, por delante de los etíopes, que decepcionaron.

Ouassim Oumaiz fue 16º y abajo vemos los 8 primeros,




Budapest 2023. Jabalina. Hombres

Si hace cinco años nos hubieran dicho que un atleta de la India ganaba una medalla de oro en un gran campeonato de Atletismo (JJ OO o Mundiales), nos hubiera extrañado aunque, por aquello de la universalidad de este deporte, lo hubiéramos normalizado. Si nos dicen que es en lanzamientos, nos hubiera extrañado más. Y si nos dicen que en la final del lanzamiento de jabalina del  Campeonato del Mundo de Atletismo de Budapest 2023, tres atletas de ese país se clasificaban primero, quinto y sexto, quizá pensáramos que nos estaban tomando el pelo.


En los JJ OO de Tokyo 2021 irrumpió un atleta de 23 años, Neeraj Chopra, que ganó la medalla de oro con un lanzamiento de 87.58. El año pasado, en el mundial de Eugene, fue segundo con 88.13. Y ayer consiguió la medalla de oro con un lanzamiento de 88.17, en su segundo intento.

Junto a él, se clasificaron para la final otros dos atletas indios -¿o no eran hindúes?- Kishore Jena y D.P. Manu, que fueron quinto y sexto. Teniendo en cuenta que la población de la India se acerca a los mil quinientos millones de habitantes, a nada que Chopra siga ganando y entusiasmando a sus seguidores, podemos estar ante el paraíso de la especialidad

También nos hubiera extrañado que el segundo fuera un pakistaní, Arshad Nadeem

Tercero y cuarto fueron dos clásicos de la especialidad, el checo Jakub Vadlejch y el alemán Julian Weber.

Estos fueron los 8 primeros:



Budapest 2023. Altura. Mujeres

Cumplirá 22 años el 19 de septiembre y ya atesora una medalla de bronce en los JJ OO de Tokyo 2021 (2.00), dos de plata en los mundiales de Doha 2019 (2.04) y Eugene 2022 (2.02), y la de oro que consiguió ayer en el salto de altura del Campeonato del Mundo de Atletismo de Budapest 2023, al ser la única atleta en superar el listón en 2.01 en su segundo intento. 


Yaroslava Mahuchikh
renunció a la primera altura (1.85), saltó a la primera 1.90, a la segunda 1.94, y a la primera 1.97 y 1.99.

Ya con el oro, hizo tres intentos sobre 2.07, alguno bastante próximo al objetivo, para mejorar su marca personal.

Le escoltaron en el podium las australianas Eleanor Patterson, campeona mundial en Eugene 2022, y Nicola Olyslagers, otra vez tercera, que se quedaron en 1.99, altura que superaron en su primer y en su segundo intento, respectivamente.

Estas fueron las 8 primeras: