Lejos del foco mediático del fútbol, las motos o el ciclismo, tres carreras en ruta ocupaban hoy mi atención: el maratón de Berlín, el Memorial Josetxo Imaz de Ordizia y las 5 Millas por la salud mental de Donostia. Una lástima la coincidencia de estas dos carreras, con 714 y 686 atletas clasificados, respec-tivamente. Si se hubieran programado en fechas distintas, seguro que las dos hubieran superado los 1.000 participantes. Creo que los organizadores deberían tomar nota de esta circunstancia y 'organizarse'.
El año pasado, corrí las dos y este año, lejos de mi mejor forma, he preferido seguir mi proceso de recuperación y entrenar. Los atletas magrebíes han dominado en Ordizia; y Sergio Román, Mikel Albéniz e Ibai Alba han repetido el podium del año pasado en esta segunda edición de una carrera que ha nacido de pie.
La gran noticia ha llegado desde Berlín donde, una vez más, se ha batido el record del mundo de maratón, correspondiendo la hazaña al keniata Wilson Kipsang, el hombre que más cerca había estado del anterior recordman, Patrick Makau. Aquí os dejo una buena crónica de la carrera y también unas imágenes, que he buscado en El País.
Vista la evolución del record del mundo de maratón ¿para cuándo bajará el hombre de las dos horas? Lo que hace 10 años parecía utópico, empieza a vislumbrarse como posible. No creo que sea él quien lo consiga -muy probablemente tengamos que esperar a otra generación- pero apuesto a que Bekele puede ser el primero en bajar de las 2 horas y 3 minutos. Solo 24" le separan de esa hazaña. ¿Cómo lo veis?
Que poquito te tiene que gustar el atletismo y que poco respeto hay que tener para ponerte a correr en los últimos metros de un esfuerzo titánico como el de Kipsang y estropearle la foto y romper la cinta antes que él. Este tipo de personajes no dejan de sorprenderme. Lamentable
ResponderEliminarEl año pasado fui a Berlin pero no pude correrla por lesión. Espero que la vida me de otra oportunidad y pueda correr esta impresionante carrera algún día. Tengo esa cita pendiente...
ResponderEliminarAupa! Iñaki. Yo tengo esa espina clavada y no sé si me la podré sacar. En cuanto al impresentable que salió al final, prefiero estar callado. ¡Qué imagen!
ResponderEliminarAupa! Iñaki. Yo tengo esa espina clavada y no sé si me la podré sacar. En cuanto al impresentable que salió al final, prefiero estar callado. ¡Qué imagen!
ResponderEliminarAupa! Iñaki. Yo tengo esa espina clavada y no sé si me la podré sacar. En cuanto al impresentable que salió al final, prefiero estar callado. ¡Qué imagen!
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