Sport-basura

Observad la foto. Los direc-tivos del Real Madrid, embu-tidos en 'trajes de dos mil dólares', escol-tan, arroba-dos, a Cristia-no Ronaldo, que trata de emular a Karl Lagerfeld, con el pelo pincho, sin coleta y con gafas ¿graduadas?, que mira arrogante a la cámara. Acaba de firmar un contrato obsceno por el que cobrará -dicen- quince millones de euros netos al año.

Fue la noticia que abrió todos los informativos deportivos de las televisiones generalistas, que se recrearon en toda clase de tomas de CR7 de pie, sentado, con gafas, sin gafas, solo y acompañado, callado y explicando las circunstancias de su renovación, diciendo que el dinero no es lo más importante y manifestando su amor incondicional al Real Madrid.

Mientras eso sucedía, por ejemplo, Javier Gomez Noya se proclamaba campeón del mundo de triatlón, imponiéndose en un final espectacular al inglés Jonathan Brownlee; o Kenenissa Bekele, también en un disputadísimo sprint con Mo Farah, ganaba la Great North Run. La primera noticia apenas ocupó unos segundos en los informativos. De la segunda, nadie dijo nada y nos tuvimos que enterar por internet.

Observad esta segunda imagen. Contextualizadla en los pasados campeo-natos del mundo de Moscú. Arriba, podéis ver el magnífico set montado por la televisión francesa en un palco del estadio olímpico de Moscú. Abajo, Ernest Riveras, en una sala de Sant Cugat sin más herramientas que un par de pantallas y dos Ipasd y enterrado entre papeles, nos va contando en Teledeporte el desarrollo de las pruebas.

Un dato: en la final de los 100 metros la audiencia de FR2 fue de cinco millones de espectadores. En TVE, quinientos mil.

Se ve que aquí interesa mucho más ver cómo desfila Cristiano Ronaldo por la pasarela del palco del Santiago Bernabeu, tratando de emular a Kate Moss, aunque -viéndole y oyéndole- a mí me recuerda más Belén Esteban

La vida de los demás interesa a los que tienen vidas poco interesantes.