
Para mí, la prueba estrella fueron los 500 metros, que se corrieron en línea casi recta. Salió en cabeza el gigantesco cuatrocentista Martyn Rooney, alcanzado primero y superado después por David Rudisha, que acabó en 57.59, récord mundial -no oficial- de la distancia. El mediofondista irlandés Mark English terminó segundo en 57.91 en un gran final. Rooney acabó tercero en 59.02. Sacad la cuenta de los ritmos. Aquí podéis ver la carrera.

Marcin Lewandowski fue segundo en una discreta milla ganada por Jake Wightman en 4:05.70, en la que Bernard Lagat fue séptimo con tres segundos más. Entre las chicas, ganó la atleta de moda, la británica Laura Muir en 4:33.99.
Hubo carreras de 100 metros, 110 metros vallas y hasta de 150 metros, siempre en línea recta. Un gran espectáculo.
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