
Y pensad que muchos
de los voluntarios son corredores de esos pelotones que nos cruzamos sábados y
domingos, que ese día, en vez de correr, se afanan en mimar a los atletas
populares y en que todo salga perfecto.
El gráfico que
vemos arriba es ilustrativo de cómo la carrera creció rápidamente, tuvo un bajón
en 2014, se consolidó en 2015 y 2016 y ha superado los 1.500 en 2017. Y eso que
la carrera de los 10 km de Laredo,
que se corrió la víspera, le privó de algunos atletas que quizá se estén
cuestionando su elección.
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Unai San Sebastián entrando en la meta |
Puede que para
atletas por debajo de 32’-33’ la de Laredo sea una carrera en la que pueden
encontrar la compañía y la competencia que igual faltan aquí. Puede. Sin
embargo, a partir de 34’ hay una densidad de atletas, en cantidad y calidad,
que permite hacer grandes marcas. Y un circuito sensacional, al nivel de los
mejores, como es la organización de los Donostiarrak,
que estoy seguro de que trabajan la mejora continua, aprenden de sus errores y
siguen poniendo el norte en conseguir clientes-atletas satisfechos.
La he corrido 3 años y es una maravilla de carrera; circuito mejorado año a año y organización perfecta, cuidando todos los detalles.
ResponderEliminarSiempre orientados al atleta, ya que ellos lo son, y eso es una ventaja enorme.