Seguro que en alguna carrera popular les habéis visto. Un grupo de atletas populares, vestidos con una camiseta blanca, con las mangas negras, en la que se puede leer este claim: Zure irrifarra nire indarra.
Salen al final, después de que se pongan marcha todos los demás corredores y acompañan uno o varios carros en los que viajan personas con discapacidad funcional.
Los que corren se van turnando para empujar el carro, mientras los que van sentados en él, presos de su cuerpo, los verdaderos protagonistas, disfrutan de la sensación de velocidad y de los ánimos y los aplausos del público, que dibujan en su rostro una sonrisa, que es la que da sentido a esa experiencia.
La primera vez que les vi fue en la Josetxo Imaz del pasado año, saliendo de Lazkao. Me despisté y salí tarde, incluso por detrás del grupo, a los que superé en los primeros quinientos metros. Ese día no llegaron los últimos, ni tampoco los siguientes, porque todos coinciden en que cuando coges el carro, parece que puedes ir más rápido.
Después de la Josetxo Imaz, corrieron en Eibar, la Soraluze-Bergara, la Behobia-San Sebastián, el Maratón de Donostia y la Media Maratón de Vitoria, a la que corresponde la foto de la derecha. En esa carrera, en el último kilómetro, una moto de las que había estado abriendo la carrera con los primeros ya se retiraba para casa, pero al verlos se dio la vuelta y les fue abriendo la carretera ese último kilómetro, tocando la bocina y animando a la gente, fue un gesto muy muy especial de esos difíciles de agradecer salvo con un fortísimo abrazo.
Jakes López, uno de los impulsores de este proyecto y padre de Jakes López, uno de los chavales de la sonrisa, nos cuenta: 'Cuando planteamos el proyecto de salir en la Josetxo Imaz en la empresa Orkli (que es donde trabajo), conseguimos que 57 personas de Orkli participaran de una forma voluntaria en la prueba como impulsores y además se donaron 10.000€ para poder comprar 14 carros y cederlos a la Federación Guipuzcoana de Deporte Adaptado. Todos dijeron que para ellos fue una experiencia increíble y que repetirían sin dudarlo.
A día de hoy, hay 16 familias participando activamente. El boca a oreja ha hecho que cada vez más atletas populares -e incluso triatletas del nivel de Héctor Llanos- se animen a poner su granito de arena en esta iniciativa y soliciten un carro para probar. También les están llamando de diferentes pruebas para participar, incluso desde Sevilla, siguiendo el ejemplo de carrosdefuego.org.
La próxima carrera en la que podremos verles será la del domingo 26 de enero en Idiazabal.
En febrero tienen pensado constituir al club, que tendrá dos áreas, una de familias y otra de voluntarios impulsores.
Desde aquí, todo mi apoyo.
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