sábado, 29 de junio de 2013

Folklore lo serás tú



Estoy en el Monte do Gozo, antesala de Santiago de Compostela, desde donde mañana, en compañía de mi mujer (Pili), vamos a completar el 'postre' del Camino, hasta Fosterra, pasando por Muxia. 

Tengo varios posts bastante maduros, cuya publicación los próximos días dependerá de de la disponibilidad de internet en las etapas que nos quedan.

El de hoy lleva el mismo título que la columna de la última página del DV de ayer: Folklore lo serás tú, firmada, como todos los viernes, por Ramon Etxezarreta, cuya prosa no siempre me resulta accesible. No es el caso de la de ayer, que acabo de leer ahora mismo; brillante, cargada de ironía y clarividencia. Apta para todos los públicos, siempre que conserven un mínimo de vergüenza y decoro. Ahí la tenéis, por si no tuvisteis ocasión de disfrutar ayer de su lectura.

FOLKLORE LO SERÁS TÚ

EL DIARIO VASCO 28-6-2013
 
  Le puede pasar a cualquiera que le folkloricen alguna vivencia. Es como si perdieras la ciudadanía plena y te convirtieras en muñeco de guiñol.

        En Urrestilla por víspera de San Juan traemos un árbol, antes robado ahora pagado, casi más alto y largo que la plaza, a las afueras del pueblo. Al anochecer, le hacemos un pasacalle por todo el pueblo a hombros de la juventud y a sones de acordeón. Lo erguimos con cuerdas, vallas, palancas y escaleras, ikurriña y todo, hincado en medio de la plaza y mirando a su altísima copa sentimos la emoción del inicio de nuestras fiestas patronales, algo así como media de cualquiera de nuestras semanas grandes. Haremos caer el árbol en el último de los minutos festivos. Es una vivencia, fiesta de unos vascos, pareja a un sentimiento nacional que no requiere indumentaria al efecto.

En San Sebastián, la memoria como excusa, han mandado pasear por toda Zurriola un carro tirado por bueyes con boyeros de pantalón azul Ariel Basic, camisas Wip Express, calzado Gore-Tex, todo impoluto. En la plaza han representado la erección de la liliputada que era el fresno que transportaban los bueyes. Una voluntad de tradición, algo así como un sentimiento nacionalista. 

     Llegará el día en que será obligatorio seguir estas pautas para velar por la tradición con corrección. Ese día, desterradas nuestras vivencias, abandonando el camión grúa por el tractor y éste por la yunta de bueyes, nos proclamarán más vascos y lo que seremos es más… Seremos todo un país cuando recuperemos la vergüenza y el decoro.  

Eskerrik asko! Ramon.

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