
Ayer, en El Diario Vasco, un artículo firmado por María Jesús Silvano se cuestionaba: ¿Tiene futuro el Cross de San Sebastián? Yo iría más lejos y me preguntaría: ¿Tiene futuro el Cross? O, siendo más concreto ¿tiene futuro el modelo de cross que se corre sobre un lodazal?
Los posts publicados miércoles y jueves cuestionan la idoneidad del circuito del parque de Oiangu, en Ordizia, para la celebración de una prueba de cross country, desde una posición, la mía, que puede ser compartida o no. De todo ha habido.

Cierto es que en Euskadi y en invierno es más que probable que haya barro. Es lo que hay. Lo que, a mi modo de ver, se puede evitar es correr en circuitos que no están pensados para eso y que son simples campas, más o menos amplias, sin ningún tipo de drenaje o sistema capaz de absorber el agua. Circuitos serios como el de Lasarte, Elgoibar o Amorebieta, por mucho que llueva, nieve o granice, nunca se convertirán en el lodazal que fue el domingo Oiangu o los tristemente célebres circuitos de Lazkao, Azpeitia o Abadiño, ya desaparecidos del calendario, en los que incluso peligraba la integridad física de los atletas.
Si seguimos con esos circuitos, sólo los nostálgicos de la autenticidad seguirán fieles a ese modelo de cross cuya fecha de caducidad está ligada a la falta de interés que despiertan entre los mejores atletas, el público en general... y, con el tiempo, los patrocinadores.
Termino con esta cita que se atribuye a de Kurt Cobain y que podría describir a los defensores del cross auténtico: 'El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo.' ¡Ojalá! que el cross no termine como él.
Termino con esta cita que se atribuye a de Kurt Cobain y que podría describir a los defensores del cross auténtico: 'El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo.' ¡Ojalá! que el cross no termine como él.
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