Habiendo dormido poco más de cinco horas (del 3-0 no hablamos ¿verdad?), a la misma hora de ayer (7:50), Pili y yo hemos salido de Logrosa, llegando a Negreira poco después de las 8:00. Aquí sí hemos podido sacar dinero del cajero de Novacaixagalicia. Otras alternativas eran La Caixa y el Banco Pastor.
Esta segunda etapa del Camino de Santiago a Fisterra tiene un bonito comienzo, similar al de la etapa de ayer, hasta llegar a Vilaserio, donde hemos parado a almorzar después de las 11:00.
Sin embargo, desde ahí, entramos en zonas rurales muy poco pobladas, en las que el aroma de los eucaliptos de ayer se torna tan poco glamuroso como el de las vacas, que iremos viendo a uno y otro lado de las pistas y carreteras rurales, por zonas de altiplano, que permiten disfrutar de espléndidas vistas.
Sobre las 13:00 horas hemos hecho una segunda parada. Nos esperaban tres horas para llegar a Olveiroa, sin comer -no hemos encontrado ningún sitio- y al borde del agotamiento. Menos mal que hoy no ha lucido el sol y que Pili ha sacado toda la casta que tiene para superar las molestias de las rodillas y las ampollas.
Después de 34 kms. de dura caminata, un tentempié, una ducha reparadora y la cura de las ampollas de Pili, ya nos sentimos mucho mejor y nos apetece compartir con vosotros esta cita de Shakespeare: 'El cansancio ronca sobre los guijarros; en tanto que la pereza halla dura la almohada de pluma'.
Mañana, nos desviaremos del camino clásico para terminar en Muxia.
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