Maratón 2016: las liebres protagonistas

Una Señorán (357) tirando de Mikel
Rodríguez Montaño (45)

Un detalle que honra al campeón de Gipuzkoa de maratón, Mikel Rodríguez Montaño, son las múltiples referencias que ha hecho al trabajo de su liebre: Unai Señoran, que incluso con fiebre hizo una gran labor, conduciéndole al ritmo previsto.

Ya hemos hablado de las liebres de Sergio Román: Imanol González Gete y Andoni Olazagirre, que llevaron a su jefe hasta donde les dieron las fuerzas.

Alguien mencionó el trabajo de Jose Gómez de Arriba para Iñigo Tumas y en el grupeto que se formó para hacer 2:35, todos echaron una mano mientras tuvieron fuerzas: Álvaro Calderón, Gonzalo Fuentes (el de la cami de la Real), Jon Garayarte, Iker Manso, Iñaki Gerica…

O el de Joseba Jauregi para su compañero del Tolosa Ibon González Loitegi.

Imanol Larrucea tirando de Andoni Sudupe.
Detrás viene Pello Osoro

Y qué decir de Imanol Larrucea. Bueno, que lo diga Andoni Sudupe: Media carrera se la debo al gran Imanol larrucea, muchas gracias Imanol por volver a meterme en el grupo, te debo una'.

Incluso los que no tenían liebre y perdieron hasta tres veces el contacto con el grupo por problemas con las cañerías, como Pello Osoro, seguro que buscaron la referencia del grupo que iba por delante, imaginando una liebre a la que seguir… y a la que superar.

Y es público el trabajo de Alberto Revuelta para la ganadora: Marisa Casanueva.

¿Qué me decís del Bolitas Joxi Garmendia, que condujo a la campeona de Gipuzkoa, Izaro Rubio? Los tenéis en la foto de la derecha.

Más atrás, hubo casos curiosos, como el de Santi Arreseigor, que acompañó a Mikel Erentxun en la Media Maratón (1:28:36) y siguió para terminar en 3:13:40.

La organización pone nueve liebres para distintos ritmos, que van desde 2:45, hasta 5:00, ritmo en el que reconoceréis a Jesús Eguimendía.

Por no hablar de las liebres improvisadas del Medio Maratón ¿verdad?

Y hablando de protagonistas, el ganador fue Hosea Kripromo Maiyo, que era la liebre del gran favorito, David Barmasai, un atleta acreditado en 2:07, que tenía el objetivo de atacar el record de la carrera.

Siendo cierto que el atletismo es un deporte individual y mucho más el maratón, por aquello de la soledad del corredor de fondo, no es menos cierto que además de las piernas cuentan el corazón y la cabeza y ahí las liebres hacen un gran papel.

Así se explican los  gestos cargados de emotividad, que dan calor a la frialdad de los números.