viernes, 16 de diciembre de 2016

Patria

No había leído hasta ahora a Fernando Aramburu, autor donostiarra, residente en Alemania, del que tenía buenas referencias. Patria es la primera novela que le leo y no será la última. Me ha deslumbrado.

Patria es una novela extensa que cuenta la historia de Euskadi ¿o es de Gipuzkoa? durante los últimos 40 años. Si tuvimos 40 años de franquismo, hemos tenido otros tantos de 'conflicto', 'contencioso' o cualquier eufemismo similar que enmascara la degradación moral en la hemos vivido las personas de nuestra generación.

Es la triste historia de dos familias euskaldunas: dos padres, dos madres y cinco hijos: tres y dos, contada con la voces de sus protagonistas. Bueno, de todos menos uno, el Txato, asesinado debajo de su casa una tarde lluviosa. Todos ellos son o se sientes víctimas. ¿Qué más da que lo sean o no? Como decimos los de Calidad: el cliente siempre tiene razón. Y todos ellos, por distintos motivos, se sienten cargados de razón. La única víctima cierta, el Txato, no puede contarnos nada. Dos familias enfrentadas sin enfrentarse. Dos familias que se ignoran a partir de un desgraciado momento, pero que no tienen sentido la una sin la otra

No es una historia de buenos y malos, aunque sí de inocentes y fanáticos. Es una historia del matriarcado llevado hasta la caricatura. Y hablando de caricaturas, nos presenta la peor cara de la Iglesia católica, con el personaje de un cura bochornoso.

Fernando Aramburu
Nos presenta las miserias, sí, y también la grandeza de las dos madres coraje, del padre calzonazos, y de los cinco hijos: tres hombres y dos mujeres, muy distintos los unos de los otros y muy bien caracterizados. Personajes muy potentes todos ellos. Personajes marcados por el dolor, a veces físico y siempre en la mente de todos ellos

Es una novela con una estética muy particular, que replica la manera de hablar de muchos vascos, en un lenguaje coloquial, con continuos saltos en el tiempo, que van completando un puzzle más o menos previsible, pero que no resulta fácil de completar.

Puede que a los que tengan 20 años y vivan en un entorno muy urbano: Donostia, Irun, Eibar... les resulte lejana, incluso ajena. Es posible.  

A mí me ha resultado muy próxima, como la vida misma que me ha tocado vivir en mis 61 años.

¡Ojalá! los que me quedan los pueda vivir en una sociedad abierta, tolerante, respetuosa con las ideas de los demás... y que tenga la capacidad de perdonar, aunque algunos se sigan resistiendo a pedir perdón.

4 comentarios:

  1. Gabriel,los que vamos sumando años valoramos que , de cuando en cuando, haya quien, como tú, se moje sobre temas que se supone que " debemos obviar". ¡Cuánta hipocresía!.
    Enhorabuena por decir tanto con tan pocas palabras.

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    1. Eskerrik asko! Mucho más nos teníamos que mojar todos, empezando por mí. Y mucho más nos teníamos que haber mojado en esos bochornosos 40 años. ¡Ojalá no vuelvan nunca más!

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  2. Cuando unos llevan pistola y otros no, es difícil que se mojen los que carecen de ella, por decirlo gráficamente.

    Como lo fue difícil en los 40 años anteriores, que también muchos "olvidan". Y también se resisten a pedir perdón, por cierto.

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  3. Algunos, muchos, vivimos todo ello aquí, en Euskadi, sin marcharnos.

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