
Se respiraba un
ambiente positivo, de esperanza, feminista, en la correcta acepción de esa
palabra, que no es el antónimo de machista. Y confirmé que siempre me he
sentido a gusto entre mujeres.
De las muchas
pancartas que he visto, hay una que me impactó especialmente. La portaba una amoña en Madrid y decía: ‘Lo que no tuve para mí, que sea para vosotras’.
Recuerdo a mi
abuela, una mujer analfabeta, encerrada en el caserío, siempre contenta y
asumiendo complaciente un rol absolutamente dependiente del de su marido. He
mencionado muchas veces aquí a mi abuelo, de quien guardo un gran recuerdo. Aunque
apenas fue a la escuela, era un hombre inquieto, leía el periódico, iba todos
los días el mercado y una vez a la semana a la feria de Tolosa. Y, sin embargo,
como la mayoría de sus coetáneos, era el paradigma del machismo.


Y como a la amoña de la pancarta, me preocupa mi
hija, nuestra hija. Nosotros tenemos dos hijos: chica y chico, y mientras los
dos han estado en casa, ella ha vivido como una marquesa, sin hacer nada, hasta
el punto de que el chaval (25 años tiene la criatura) era mucho más apañado que
su hermana para todo lo relacionado con la casa. Hace unas lentejas y una
tortilla de patatas difícilmente superables. Eso sí, nuestra hija, ha trabajado desde que tenía 16 años en fines de semana, festivos y vacaciones, a la vez que estudiaba la carrera.
Nuestra hija ha
viajado mucho más que su abuela… y que sus padres. Tiene un buen trabajo y está
en al camino de convertirse en una gran profesional. Tiene y gestiona -¡quién lo
hubiera dicho hace unos años!- su propia casa. Y, si así lo decide con su
pareja, será madre y educará a sus hijos. La echamos de menos en la
manifestación del pasado jueves, un movimiento intergenacional, que hubiera
sido inaudito para mis abuelos y para mis padres, pero del que no pueden estar
al margen mis hijos.
Porque el futuro es feminista, yo también lo soy... y quiero que lo sean mis hijos. Como dice una periodista a la que sigo y que de no mediar la pusilanimidad de nuestros políticos locales, hubiera sido una magnifica Tambor de Oro, Angels Barceló: 'Soy feminista...Y estoy convencida de que esto ya no hay quien lo pare y que quien no quiera entenderlo, tiene un serio problema, se quedará atascado en la historia. Les pido que nos escuchen y nos entiendan y luego se den cuenta de lo equivocados que estaban.'
Porque el futuro es feminista, yo también lo soy... y quiero que lo sean mis hijos. Como dice una periodista a la que sigo y que de no mediar la pusilanimidad de nuestros políticos locales, hubiera sido una magnifica Tambor de Oro, Angels Barceló: 'Soy feminista...Y estoy convencida de que esto ya no hay quien lo pare y que quien no quiera entenderlo, tiene un serio problema, se quedará atascado en la historia. Les pido que nos escuchen y nos entiendan y luego se den cuenta de lo equivocados que estaban.'
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